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Parte expedición a la Cordillera Darwin para estudiar el cambio climático

Un equipo de investigadores recabará muestras de los glaciares para estudiar cómo han variado a lo largo de sus 3.000 años de historia y cómo la acción humana influye en el deterioro del medio ambiente.

Carmen Aguilar

Jueves 20 de noviembre de 2014

Tras cinco horas de vuelo y otras 12 navegando por el Estrecho de Magallanes, el equipo de investigadores de la Universidad Católica y el de la Universidad de Magallanes llegarán a la Cordillera Darwin, en Tierra del fuego, donde se quedarán hasta fin de mes.

“Es un laboratorio natural único”, cuenta a 24horas.cl la noche antes de partir el profesor de Geografía y líder de la expedición Esteban Sagredo, donde podrían encontrar información “para descifrar el rompecabezas del clima de los últimos 10.000 años en Sudamérica”.

 

Darwin es un lugar poco estudiado desde el punto de vista científico y una zona única por su localización “y su aparente singularidad del registro de las fluctuaciones glaciares”. Sagredo y sus compañeros estudiarán la historia de las gélidas montañas para conocer si el cambio climático se debe a una acción humana o es un proceso propio de estas masas de hielo.

¿POR QUÉ LOS GLACIARES?

Son indicadores sensibles al cambio climático, nos explica el profesor. “Si las temperaturas bajan o las precipitaciones aumentan (nieve), los glaciares crecen” y en el caso contrario, disminuye su tamaño.

La misión de los investigadores es recabar pruebas para conocer el pasado de las reservas de agua dulce más importantes del planeta. Conociendo sus 3.000 años de historia, sus variaciones con el paso del tiempo y cuándo cambiaron, podrán identificar qué cambios climáticos han sido los responsables de las fluctuaciones en las montañas heladas.

 

En este viaje, el equipo extraerá muestras de rocas glaciales que posteriormente se enviarán al laboratorio Lamont Doherthy – Earth Observatory de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos. Allí, los expertos podrán procesarlas y obtener los resultados.

“Actualmente en Chile no existen las instalaciones necesarias”, justifica Esteban Sagredo, por lo que trabajan en colaboración con el laboratorio neoyorquino. “En enero, la estudiante de pregrado del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Paola Araya, realizará una pasantía de dos meses en estas instalaciones, donde procesará las muestras de la expedición”, adelanta el profesor, quien apunta, además, que ya se está trabajando en la Universidad para crear un laboratorio donde procesar las muestras en el futuro.