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Activista sufre en carne propia maltrato animal

Denuncia extrema contra las pruebas con animales en laboratorios

Carlos Serrano

Lunes 30 de abril de 2012

Si hay un movimiento que destaca por la forma extrema en que intenta hacer llegar su mensaje al público, ése es sin duda el que defiende los derechos de los animales. Les hemos visto desnudos bañados en sangre en plazas, liberando animales de granjas y en un sinfín de actos de denuncia radicales.

Sin embargo, esta performance destaca aún más si cabe por su crueldad y por no dejar nada a la imaginación. Se trata de una activista de 24 años llamada Jacqueline Traide, que optó por someterse a los aterradores experimentos que sufren los animales en los laboratorios para probar cosméticos y otros tratamientos de belleza.
 


La acción, patrocinada por la marca de jabones Lush, se realizó en el escaparate de una tienda en la misma Regent Street, en el corazón comercial de Londres. Los peatones pudieron ver horrorizados cómo la joven era atada, inmovilizada, se le colocaron ganchos de metal en la boca, cables y se le aplicaron durante diez horas todo tipo de cremas y lociones, inyecciones y hasta le arrancaron pelo. Todo dentro de una campaña de www.fightinganimaltesting.com para conseguir que la Unión Europea se comprometa a prohibir estas pruebas.