El robot Curiosity de la NASA sigue en su tarea de investigación en suelo marciano. Tras tres años y medio de trabajos en el planeta rojo, el rover logró llegar al terreno más escabroso del lugar y captó un paisaje con todo detalle en 360º y de manera interactiva.

Actualmente, el robot se encuentra en la meseta Naukluft, uno de los puntos más altos que ha alcanzado en su recorrido. La cámara del mástil del rover fotografió algunas panorámicas impresionantes que la NASA muestra en su web, con todo detalle.

La grabación muestra una superficie esculpida por el viento en el lecho de roca de piedra cerca del vehículo, y el borde del cráter Gale, donde el Curiosity aterrizó, elevándose por encima del suelo.

La escabrosidad del terreno es justamente lo que despertó entre los responsables de la NASA por si pudiera dañar las ruedas de Curiosity, tal como le ocurrió al rover antes de alcanzar la base del Sharp. En 2013 ya se observaron agujeros y desgaste en las ruedas de aluminio del rover. En esa oportunidad, el equipo decidió ajustar la ruta a largo plazo, revisando el terreno local y la planificación de los desplazamientos.