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¡Sí tienen sentimientos!

Tras el caso de los gorilas Kesho y Alf diversos científicos que avalan la teoría que los animales si tienen sentimientos.

Mónica Ñancupán

Sábado 18 de agosto de 2012

La bióloga, candidata a doctorado y especialista en comportamiento y bienestar animal de la escuela de medicina veterinaria de la Universidad Mayor, Andrea Caiozzi, aseguró que existen diversos estudios científicos, que avalan la teoría que los animales tienen sentimientos.

Caiozzi, dijo que existe evidencia en conducta animal que refleja que los animales desarrollan sentimientos y emociones.

Para corroborar esta teoría, la experta citó y recomendó leer los estudios sobre protocultura del científico holandés, Frans De Waal.

Lo que dice el estudio de Van de Wall, es que "cualidades que se atribuyen exclusivamente a los seres humanos, como emociones o ciertas conductas, al parecer no serían tan exclusivas nuestras".

La experta chilena dijo que existe evidencia que los animales se reconocen entre sí y generan lazos afectivos. Tal como lo que muestran las fotografías y la historia de los dos hermanos gorilas, Kesho y Alf, que se reencontraron tras dos años sin verse.

Caiozzi dijo que este tipo de situaciones es habitual en las especies que viven en grupo. "Son capaces de reconocer a parientes que no ven  hace mucho tiempo. No te podría asegurar que se extrañaban, pero sí, que los hermanos gorilas sintieron placer cuando se reencontraron". Aseguró la bióloga de la Universidad Mayor.

Sin embargo, no todos los científicos avalan estas teorías. Para Caiozzi, quizás se deba a que muchos expertos no trabajan directa y diariamente con animales.

La historia de Christian el león

Es quizás una de las historias más reconocidas y tiernas que comprobarían que los animales sienten y recuerdan a sus amos. Todo comenzó en 1969 cuando los australianos John Rendall y Ace Berg compraron un cachorro de león en la tienda de mascotas exóticas Harrods.

 

Christian, como lo llamaron, estuvo viviendo con ellos en King's Road, un barrio londinese. Allí lo alimentaban llevándolo a comer a diversos restaurantes. Los problemas comenzaron cuando al año de su compra, la exótica mascota ya pesaba 84 kilos y su melena daba cuenta que no podía seguir viviendo en una zona urbana.

Rendall y Berg contactaron entonces a los conservadores de fauna silvestre George Adamson y su esposa Joy para llevar a Christian a la sabana africana, como ya habían hecho con una leona llamada Elsa.

Ese proceso de readpatación de este felino fue grabado en los documentales "El león del fin del mundo" y "Un león llamado Christian". En 1974 Adamson escribió a los australianos para contarles que su amada mascota ya se había integrado y comenzaba a vivir su vida natural.

En ese momento, ambos viajaron para despedirse con la advertencia de que Christian podía desconocerlos o, incluso, atacarlos tras regresar a su estado salvaje. Pero lo que ocurrió dio la vuelta al mundo: al verlos llegar a la sabana, el león dejó por un momento a su manada y cachorros, se acercó a Rendall y Berg y los rodeó con sus patas como si los abrazara.

Christian el león

Christian el león

Es una de las historias más reconocidas y tiernas que comprobarían que los animales sienten y recuerdan a sus amos.

 

La historia de Christian y su emotivo encuentro fue tomada luego como el símbolo de la lucha para la relación entre hombres y animales, además de la urgente necesidad de conservar la vida silvestre.