Volver al colegio implica una dosis extra de adrenalina. Los primeros días los niños estarán eufóricos, más activos que de costumbre, lo que significará un mayor esfuerzo por parte de los docentes para calmarlos y, sobre todo, para evitar accidentes.
Pero, aunque esa energía se encauce, los riesgos continuarán durante todo el año y corresponde a los padres y madres evitarlos y prevenirlos.
Según datos de Mutual de Seguridad, uno de cada 100 estudiantes se accidenta en Chile durante su etapa escolar, y el 38% de ellos se produce durante el recreo.
Por tipo de lesión, el 35% corresponde a caídas, el 26% a golpes y el 5% a sobreesfuerzos. Y por edades, la directora de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, Valeria Clericus, señala que el riesgo de accidentes durante el trayecto se incrementa a medida que aumentan de edad.
PATIO DE RECREO
El lugar donde los alumnos liberan la mayor parte de su energía, es el principal foco de incidentes. De ahí, que el gerente de Prevención de ACHS, Arturo Cares, haga un especial llamado a que las instalaciones del patio estén bien fijas al suelo. Los niños pueden colgarse en los arcos y hay que evitar que se les caigan encima.
"También es recomendable que las zonas de juego estén recubiertas de algún material que amortigüe los golpes", detalla Cares, quien recuerda, además, la importancia de los antideslizantes en las escaleras y de usar productos que no resbalen para limpiar el suelo.
Dentro del aula, el experto en prevención de riesgos del área de Educación de la Mutual, Denis Miller, señala la necesidad de que tanto la directiva como los profesores conozcan los planes de actuación en caso de accidente o emergencia. Y se localicen y expliquen las zonas de seguridad.
Los apoderados deben "exigir al colegio que les muestren los planes de emergencia y seguridad escolar", explica Miller, de manera que tengan la garantía de que el centro está preparado.
La directiva es responsable de la seguridad dentro del colegio, pero los padres deben proteger a su hijo en el trayecto e inculcarle una actitud de autocuidado tanto dentro como fuera de la escuela.
En este sentido, ambos especialistas coinciden en que los apoderados deben asegurarse de que el furgón escolar cumpla con la normativa de seguridad y revisión técnica y el conductor tenga la licencia en regla. Pero además, los padres deben "dar ejemplo", dice Miller, evitando que carguen pesadas mochilas, usando cinturón de seguridad y no permitiendo que vayan de copilotos.
Deben enseñar al menor normas de educación vial, como que no cruce por detrás de un vehículo. "La seguridad de los niños depende de nosotros", recuerda Miller.
SEGURO ESCOLAR
Por ley, todos los alumnos regulares de centros dependientes o reconocidos por el Estado (tanto municipal, subvencionados o particulares) cuentan con un seguro escolar de accidentes.
Sin embargo, existen otros seguros privados que los padres pueden contratar de manera particular. Pero esto es electivo y es un gasto que hay que tener previsto dentro del presupuesto de la vuelta a clases.
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