Para quienes dieron la Prueba de Selección Universitaria, el período entre el 28 de noviembre y el 26 de diciembre, día en el cual se dan a conocer los puntajes, puede ser un tiempo de incertidumbre que provoque inquietud.
Si bien es usual que exista preocupación por parte de los postulantes, los expertos entregan recomendaciones para sacar lo mejor de esta situación.
ANTICIPARSE A LOS RESULTADOS
Benjamín Reyes, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Los Andes, considera que es importante anticipar los pasos a seguir cuando se obtengan los resultados de la PSU. "Hay que tener presente que no hay grandes sorpresas ante los resultados. Por lo mismo vale la pena pensar qué opciones existen con los resultados que se podrían obtener", indica.
"El problema muchas veces se produce por querer entrar en una Universidad específica y en una carrera determinada. Hay que abrir el campo de acciones y de posibilidades conversando con profesionales o con personas que ya estén estudiando", agregó.
Rodrigo de la Fabián, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales, adhiere a la idea de resolver esos aspectos antes del día de los resultados.
"Es imposible no ponerse nervioso pero hay que tener un Plan A, Plan B y hasta un Plan C porque en la medida que se tenga más claridad se puede estar más tranquilo o sacarlo de la cabeza", opina.
APOYO DE LA FAMILIA
Frente a opiniones de la familia, los expertos recomiendan apoyo durante este período. De la Fabián sugiere que el rol de los padres no sea invasivo y que se tenga en consideración que es un momento en el que hay que tomarse las cosas con calma.
"Como consejo para el entorno: no estar todo el tiempo recordándoles el tema. Los papás están tan nerviosos como los hijos y eso no favorece en nada. Hay que dejar claro que la vida continúa y las cartas ya están tiradas".
Reyes agrega que lo ideal es que los padres puedan transmitirle tranquilidad al postulante y dejarle en claro que existen diversas alternativas según los puntajes que obtenga.
"El papel de la familia es importante al minuto de contener la ansiedad ya que en muchos casos la preocupación del estudiante no va por el puntaje en sí, sino por la reacción que la familia pueda tener", agrega Reyes.
EL LIMBO QUE NO SE REPITE
Los psicólogos concuerdan en que, cuando el estudiante ya ha logrado trazar diversas opciones de lo que puede pasar en el futuro, es necesario usar estas semanas para realizar actividades que se han postergado por el estudio o por el cierre de la etapa escolar.
De la Fabián añade que para mantener la calma es importante buscar con qué. "Es una paradoja buscar una estrategia para olvidarse de algo porque entre más se intenta olvidar más se recuerda. Hay que ser propositivo y hacer otras cosas que permitan entretenerse", agrega.
"Hay que aprovechar de dormir, juntarse con los amigos, realizar deportes", aconseja Reyes y agrega: "Todo esto también ayuda a distraerse y hay que tener en claro que pese a todo este es un tiempo privilegiado. Siempre les digo a mis pacientes que este tiempo no se da más".