En esta nueva edición, Iván Núñez conversó con el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil sobre su mirada respecto a la pandemia de coronavirus y sus efectos.
Dentro del cuestionario realizado al empresario, no dudó en asegurar que el COVID-19 significa "dolor, porque son muchas familias que presencian la partida de sus seres queridos, es una enfermedad muy dura porque ataca a los viejitos, a los más débiles con otras enfermedades; también me genera angustia y dolor lo que tiene que soportar el personal médico, hago mucha empatía con ellos y destaco ese trabajo. Y finalmente me da dolor como se nos destruye la económica, que no perdona credo, sistema político, porque estamos afectados por igual".
Al mismo tiempo, aseguró sobre las cuarentenas y el "quédate en casa" que "en la forma de vivirlo se producen inequidades, hace más de dos meses vengo diciendo que no es tan fácil vivir cuando una familia está en 38 metros y son 5 ó 6 personas, no es tan fácil hacer teletrabajo, protegerse".
Sutil, además, no ocultó su temor por los efectos de la pandemia: "La enfermedad es una realidad, es doloroso, empatizo con la gente que sufre, pero también uno no puede dejar de oír a organismos internacionales como el Fondo Monetario, el Banco Mundial, el Banco Interamericano que te dicen así livianamente que va a regresar mil millones de personas a la pobreza".
Junto con señalar que se ha ido acostumbrado a esta nueva forma de vivir, porque "los seres humanos somos como los quiltros, nos vamos acomodando", el presidente de la CPC sorprendió al revelar a quién escogería para pasar una cuarentena.
"Honestamente me hubiera gustado hacerla con Winston Churchill porque el gallo fue Premio Nobel de literatura, escribe con una pluma maravillosa, no fue a la universidad, tiene un concepto de la libertad y de la integridad enorme, además le tocó un proceso de la historia que para mí es muy atractivo que es parte de la revolución industrial... Además era bueno para el whisky y tenía humor sarcástico. Debe haber sido entretenido", aseveró.
En caso contrario, sobre quién no le gustaría pasar un confinamiento no tuvo dudas: "Lo más repulsivo es (Nicolás) Maduro porque primero no me gusta la forma en que se expresa, no me gusta como denosta, como desafía, tiene a un pueblo oprimido, y me genera un antídoto a la libertad y la democracia, para mí sería mortal".
Juan Sutil también recordó el momento en que notó que la pandemia era algo de preocupación.
"La chaucha me cayó cuando esta cuestión se fue a Italia y cuando veías videos de gente que decía cuídense que esto es verdad, y veías seis hojas de defunción en el diario de una ciudad del norte de Italia y ahí uno dice que esto es de verdad. Eso fue la última semana de marzo, primera de abril, y ahí fue que caché que estaba la cagá , perdonen la expresión, que no había ventiladores en el mundo, y que si no los comprábamos, en Chile iba a pasar lo mismo, que íbamos a tener que elegir quién vive y quién muere, y en Chile eso no sucedió, aunque digan que los que trajimos son de cartón", sostuvo.
Sobre las complicaciones derivadas de esta pandemia, una de las más difíciles para Sutil ha sido alejarse de sus nietos. "Los llamo por FaceTime y converso con ellos, pero me encantaría poder abrazarlos y estar con ellos",dijo.
Mirando hacia el futuro, Sutil señaló que "nosotros en la CPC formamos el fondo de emergencia sanitaria, formamos un fondo de innovación tecnológica y estamos apoyando junto con un grupo de expertos ciertas iniciativas, porque es importante que Chile desarrolle la capacidad de producir vacunas, Chile no produce vacunas para humanos, sólo para animales y estamos en eso trabjando. Tenemos que focalizar en innovación y tecnología asociada a nuevas cosas, en educación".
Tras ello, el empresario hizo una extensa descripción de cómo fue conseguirse los 500 ventiladores con que aportó la CPC, los cuales fueron claves para combatir los días más oscuros de la pandemia.
"Cuando salió lo de los ventiladores, Don Francisco me llamó y me dijo 'si tu vivieras en Los Angeles ya te hubiesen llamado para comprarte los derechos de la película'. Haría una película de la compra de los ventiladores, porque es algo que le voy a contar a mis nietos", comenzó diciendo.
"Primero teníamos que buscar un refugio y transformamos la embajada en bodega, después llenamos la embajada y la casa del embajador porque era territorio chileno y no lo podían embargar en Chile, después armamos una logística y no llegaban en camiones sino que en camionetas o vehículos, porque si nos pillaban con 50 ó 60 ventiladores nos podían requisar".
Sutil continuó su relato señalando que "después llegaban los gallos a la embajada en la noche después de las 12 y querían más plata y habías pactado un valor y querían otro, o de repente tenías que pagar por ver lo ibas a ver y se echaba para atrás porque tenían miedo que los requisaran...".
"Hubo que usar toda la diplomacia para lograr sacar los ventiladores de la embajada al aeropuerto, había que firmar los convenios para no agresión con Australia y Nueva Zelanda, que no existían. Hubo todo esto que hacerlo en dos o tres semanas y la plata era lo de menos, la pusimos entre muchos empresarios, siempre dije que prendí la llama y el fuego se hizo solo. Por eso me duele tanto cuando de repente dicen que los empresarios están lavando la imagen, que están haciendo esto, esto otro, que los ventiladores son de cartón, trajimos los mejores que pudimos conocer. Los pagábamos a veces dos veces mas caro, incluso más. También debo reconocer que gracias a la gestión del embajador logramos que algunas fabricas nos vendieran directo, y le hicimos promedio... Usamos todas las rendijas", sostuvo.
Finalmente, reflexionó señalando que "a veces uno se enoja por estupideces o no es capaz de ponerse en la posición del otro, y hoy es tan relevante lo que está pasando cuando ves lo que sufre la gente".