Habla como argentino, pero en realidad es español. Se trata de Pablo Loyudice, conocido desde ayer como el "hombre pollo", quien fue la persona que interrumpió el partido entre Chile y Uruguay en el estadio Maracaná, hasta que Gonzalo Jara lo detuvo con una polémica patada.
Posterior episodio, el joven fue detenido y de acuerdo a la causa judicial a la que accedió en exclusiva 24 Horas, estaba bajo el efecto de las drogas, "completamente alterado, sin lucidez" y todo el tiempo trató de herirse a sí mismo y a la policía. De hecho, desde el estadio fue trasladado al hospital penitenciario, pero en ese lugar intentó golpear a los uniformados, quienes finalmente lo llevaron hasta el Hospital Penal Psiquiátrico hasta que se calmara.
"El reglamento del hincha establece como 'crimen potencial, ofensivo y circunstancial', y debe comparecer ante la justicia por lo cual él fue llamado", comentó al respecto el abogado penalista brasileño, Wellington Neves. El jurista añade que, a su parecer y pese a toda la polémica, el defensa chileno no debió ser expulsado: "Él (Jara) estaba protegiendo al resto de sus colegas. Por la manera en que estaba corriendo, podría haber agredido a alguien más. Él (Jara) no comete agresión".
"LOS CHILENOS YA NOS TRAICIONARON UNA VEZ CON LAS MALVINAS, Y ME TRAICIONARON AYER EN LA CANCHA"
Este martes, funcionarios del consulado español tuvieron que interceder en la cárcel para que Loyudice fuera liberado. El juzgado especial de barristas le dio la libertad, pero impidiendo que se pueda acercar a menos de cinco kilómetros de cualquier estadio en Brasil y debiendo firmar mensualmente mientras dure el proceso.
Sin embargo, antes de abandonar el recinto penal fue interceptado por un equipo de 24 Horas encabezado por Iván Núñez por medio de quienes envió un hostil mensaje al pueblo chileno: "Gente toda menos chilena, los chilenos ya nos traicionaron una vez con las Malvinas, y me traicionaron ayer en la cancha. Así que chilenos, nacieron traidores y traidores morirán. Quiero que lo sepan".