La ciudad oriental china de Qingdao, escenario del último rebrote del coronavirus SARS-CoV-2 en el país asiático, ha terminado de realizar pruebas de ácido nucleico a sus casi 11 millones de habitantes después de 5 días de campaña de análisis que, según las autoridades, no ha arrojado ningún positivo.
El Gobierno municipal anunció este viernes que habían recogido 10,89 millones de muestras hasta las 18.00 hora local de ayer sin que por el momento se haya encontrado un solo nuevo infectado, más allá de los 13 casos confirmados y un asintomático ya anunciados en días previos, informó la agencia estatal Xinhua.
La ciudad optó por atajar el brote de manera expeditiva, analizando a toda su población en tiempo récord, para lo cual contribuyeron equipos sanitarios de las localidades aledañas.
Según el último parte de la Comisión Municipal de Sanidad de Qingdao, este viernes no detectaron nuevos casos, segundo día sin nuevos contagios desde la emergencia del rebrote, el pasado domingo.
Además, las autoridades sanitarias locales confirmaron ayer la tesis sobre el origen del rebrote que venían publicándose en la prensa local en los últimos días: una mala desinfección del aparato de tomografía axial computarizada (TAC) después de su uso por parte de un infectado propagó el virus por el Hospital de Dolencias Pectorales de Qingdao.
El de Qingdao es el primer rebrote del que informan las autoridades locales desde julio, cuando hubo dos focos, en Xinjiang (noroeste) y Liaoning (noreste).