José Tomás Vicuña (SJ), director nacional del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), se refirió en entrevista con 24 Horas Central a la situación que viven los extranjeros varados, tanto en Santiago como en regiones limítrofes del norte del país. En la instancia, también abordó las condiciones de hacinamiento y pobreza en la que viven muchas personas de otras nacionalidades en Chile, sobretodo considerando los efectos de la pandemia.
Según Vicuña, el SJM "ha cuadruplicado su atención el último mes por distintos motivos, pero hemos visto que cada vez son más las personas varadas. El alcalde de Arica dice que hay 1.500 (...) y siguen yendo buses".
Al respecto, recalcó que "es vergonzoso que no puedan entrar a su propio país, pero también es vergonzoso que los dejemos en ciertas comunas. Le encuentro razón al alcalde de Iquique, y es que los llevaron para allá porque aparecieron en Providencia, hay que decir las cosas como son", en referencia a los 500 bolivianos que estuvieron acampando frente al consulado de su país y que fueron trasladados al norte para ser devueltos al vecino país.
En este ámbito, advirtió que "hoy hablé con uno y dice que los dejan allá y no tienen ni colchones. Falta protocolo, falta procedimientos porque esta situación cada vez va a ir aumentando". Añadió que "estoy muy de acuerdo con el alcalde de Iquique, los llevaron para allá porque estaban en Providencia".
A modo de crítica hacia las autoridades bolivianas por no hacerse cargo del drama que viven sus compatriotas, señaló que "hay que tomar en cuenta que nosotros estamos viviendo temporalmente lo que ellos quizás han vivido por mucho tiempo que es no ver a sus familiares, y no poder volver a su país. Eso es quizás propio de una dictadura (...) Hay desesperación, he conversado con personas de Bolivia, de Venezuela y de Perú y están agradecidas de la sociedad civil y molestas con las autoridades de su país".
Frente a este contexto, Vicuña plantea como gran interrogante ante el Ejecutivo: "¿Quién va a ser la autoridad que va a estar viendo esto?". En ese sentido, ahonda en que con el paso de los días el panorama se va haciendo m´´as complicado: "Nunca había escuchado historias más duras que estas. Son personas que no están infectadas, pero sí muy afectadas por la crisis. Nunca había escuchado dramas como los que he escuchado ahora. Hay desesperación".
Respecto a los migrantes que actualmente viven y están instalados en Chile, el director del SJM acusó que "el Estado no se ha acercado a los cités. No se ha ordenado la casa. No se han ordenado los cités". Por último, llamó a adoptar nuevas medidas y políticas para permitir la regularización temporal de permanencia de migrantes en el país, tal como se ha hecho en otros lugraes como Portugal bajo el contexto de la pandemia: "No puede ser que siga pesando más un documento que la vida humana".