Manuel Polo se transformó este jueves en el paciente número 1.000 con COVID-19 en ser dado de alto desde la Clínica Santa María, pero su caso tenía una particularidad, ya que tenía en todo en contra y a pesar de eso salió adelante.
Según revelaron desde la clínica, Manuel es un paciente de 72 años, hipertenso, diabético, fumador, con sobre peso y con sus enfermedades de base no muy bien controladas, lo que hacía que fuera un paciente con un pronóstico bastante complicado.
Pese a eso este hombre que llegó intubado al centro asistencial luchó y entre lágrimas recibió el alta médica para poder al fin reunirse con su familia.
"Fue una buena pelea de los cual yo también me siento orgulloso de haberla dado porque puse harto de mi lado", dice Manuel, quien además le prometió a su doctora no volver a fumar.
Entre aplausos del equipo médico que lo cuidó por semanas, este hombre que logró vencer al COVID-19 pudo volver a su casa.
"Yo vi morir a un par de personas que estaban al lado mío, pero yo siempre fui positivo y dije 'se me va a quitar'", confesó.
"Después de que te dijeran que a tu papá le pueden quedar 48 horas de vida, verlo así, uno no tiene palabras para agradecer", expresó emocionada su hija.
Ahora Manuel está de regreso junto a sus más queridos completamente recuperado con la promesa de aprovechar esta nueva oportunidad.