Francisca, una pequeña que nació en plena pandemia, cumplirá un mes de vida. Ella no conoce a su madre, pero sí a su padre, Francisco Ramírez, un vecino de Lampa que ha tenido que hacerse cargo también de sus otros dos hijos y de todas las tareas del hogar, mientras su mujer lucha conectada a ventilación mecánica contra el COVID-19.
Este esforzado papá contó su testimonio a 24 Horas Central. Paola, su pareja, tuvo un embarazo de alto riesgo por lo que sus controles fueron muy frecuentes. En uno de esos viajes de Lampa a Santiago se habría contagiado, y le hicieron una cesárea de emergencia.
HIJO MENOR DE FRANCISCO Y LA LLEGADA DE SU HERMANA: "ES COMO TENER UNA PARTE DE MI MAMÁ"
Diez días después del nacimiento, Francisco supo que la pequeña no se había contagiado por lo que por fin pudo abrazarla. Los dos hijos mayores, su hermana y su madre han sido un apoyo fundamental durant este tiempo, ya que lo ayudan en las tareas del hogar y le dan a la niña todo el cariño y apego que necesita.
"Mi hermanita es como tener una parte de mi mamá", cuenta emocionado uno de los pequeños.
Este padre además ha debido lidiar con la cesantía. Es albañil y hace tres meses que las cuentas se acumulan. No pudo acceder al bono del Gobierno porque su señora estaba trabajando: "Estoy cesante, mi señora hospitalizada y la liquidación de sueldo de ella el mes pasado fueron $106 mil".
Lo cierto es que personal de la municipalidad lo visita semanalmente para que la niña reciba sus controles. También le están brindando ayuda psicológica y haciendo seguimiento al estado de salud de su mujer, el cual ha presentado una leve mejoría en los últimos días que mantiene llena de esperanza a esta familia.
Por esta razón, Francisco mira el futuro con mayor optimismo y se hace el ánimo para enfrentar lo que viene: "Hay que tener fe que todo va a salir bien y no flaquear. Hay que ser fuerte".