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Técnica para resolver crímenes ayudará al rastreo del COVID-19

Los expertos que crearon la herramienta aseguran que de esta manera se pueden detectar los contactos de una persona contagiada para poder aislarlos a tiempo.

Agencia EFE

Miércoles 31 de diciembre de 1969

La entrevista cognitiva, un recurso que ha tenido un "enorme impacto" en la tarea de hacer recordar detalles a testigos y víctimas de crímenes, va a ser aplicada al rastreo de personas que tuvieron contacto con enfermos de COVID-19, para reducir el contagio.

La sicóloga Jacqueline Evans, de la Universidad Internacional de Florida (FIU), y sus colegas Deborah Goldfarb y Ronald Fisher, creador de esta herramienta, lideran un nuevo estudio nacional para identificar de "una forma más efectiva" a las personas que pudieron estar en contacto con algún infectado.

El objetivo es que esas personas se aíslen para contener la propagación de este coronavirus, del que ya se han contagiado más de 1,5 millones de personas en los Estados Unidos, de las cuales más de 92.000 han perdido la vida.

TAN VITAL COMO EL DISTANCIAMIENTO

En una fase de la pandemia marcada por el abandono del confinamiento y la apertura de la economía, este "rastreo de contactos" se presenta tan vital como el "distanciamiento social", explicaron Evans y Goldfarb en una entrevista con Efe.

"En la medida en que las personas se encuentren en situaciones que no pueden distanciarse socialmente todo el tiempo, el rastreo de contactos se convierte en la siguiente línea de defensa", detalló Evans.

Y una mejor forma de hacerlo es "mejorar la memoria" a partir de la "entrevista cognitiva", una herramienta desarrollada hace años por Fisher, quien ha entrenado a oficiales del FBI y otras agencias estadounidenses, para recopilar información de testigos y víctimas de crímenes.

UNA NARRACIÓN GUIADA

A diferencia de la entrevista convencional, en la que en este caso se preguntarían cuáles fueron los contactos que tuvo una persona con COVID-19, la entrevista cognitiva busca volver al "pensamiento y sentimientos" de esa persona en un momento determinado, lo que le ayudará a recordar más, indicó Evans.

"Es una narración guiada", precisa Fisher en un video.

Evans recordó que la entrevista cognitiva está considerada como "la mejor forma de entrevistar testigos" para ayudar a resolver crímenes y se ha ampliado a muchas otras disciplinas en los últimos años.

Basada en el funcionamiento de la memoria, "la entrevista cognitiva trata de amplificar y aumentar la cantidad de información que las personas pueden recordar sin aumentar el número de detalles erróneos o errores", subrayó.

La experta explicó que no se han investigado las diferencias entre tratar un crimen o un hecho como los contactos de personas que pudieron ser contagiadas de COVID-19.

Sin embargo, señaló que mientras un crimen es algo que suele suceder en un instante, "un minuto" y "es algo importante", en el caso de la pandemia serán varios momentos y puede resultar más difícil.

"Estamos preguntando básicamente de cada evento de varios días. Así que es mucho para tratar de recordar", precisó.

DE LOS RECUERDOS TRIVIALES AL DATO BUSCADO

Esta entrevista, que no requiere de ningún tipo de equipo como otras terapias sicológicas, está considerada una de las técnicas más eficaces para mejorar la calidad de la declaración de un testigo.

Ello, mediante "el restablecimiento del contexto mental", es decir la recreación del acontecimiento, la posibilidad de contar todos los detalles, incluso triviales, que llevan a recordar otros, y también a través de cambios de perspectiva y orden.

Las sicólogas dijeron que cuánto mejor sea la memoria mejor van a ser los contactos para localizarlos y decirles que comiencen a distanciarse.

El rastreo de contactos, señalaron, es un arma probada y efectiva en el arsenal médico para detener la propagación de la enfermedad, que se ha utilizado eficazmente en Taiwán y Corea del Sur para el COVID-19 y en Estados Unidos en epidemias pasadas.

La idea es identificar las personas con las que el enfermo estuvo a menos de 1,82 metros de distancia durante los días anteriores a la aparición de los síntomas, si los tuvo, o al diagnóstico.

Este seguimiento será importante "no solo por los próximos seis meses, sino a largo plazo", precisó Evans.

Y si a esto se le aplica la ciencia de la memoria, "podría reducir en gran medida las tasas de infección y acelerar la recuperación económica", agregó.

Financiado por la Fundación Nacional de Ciencia (NSF), el estudio examinará la efectividad de la entrevista cognitiva en vivo a través de videoconferencia y también una auto-encuesta por internet, que será menos costosa al no requerir de reclutamiento ni capacitación de miles de rastreadores de contactos.

Solo en Miami-Dade, uno de los condados más afectados por la pandemia, en el que se han presentado cerca de 16.000 de los más de 47.000 casos de Florida, y 589 de las 2.096 muertes, el gobierno busca, en una iniciativa aparte, contratar unos 800 rastreadores de contactos para tratar de frenar la propagación del COVID-19.