De las casi 320 mil personas que el ministerio de Salud califica como "recuperadas" de COVID-19 en Chile, existe un porcentaje que podría experimentar secuelas tras superar la enfermedad.
La fatiga y las dificultades respiratorias son las problemáticas más comunes, además de una baja resistencia al ejercicio. Se trata de un cuadro que puede darse más frecuentemente entre quienes estuvieron en Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) y además conectados a ventilación mecánica invasiva.
Dichos síntomas -llamados "debilidad adquirida en UCI"- tienen como factores de riesgo el ser adulto mayor, tener baja movilidad, estar bajo sedación, con infecciones o conectados a ventilación mecánica.
Son esos mismos gatillantes los que concentran la atención del personal médico que atiende a personas con COVID-19 que han sido hospitalizadas o que están conectadas a un ventilador mecánico. De acuerdo a la última cifra del ministerio de Salud, de este lunes 27 de julio, actualmente hay 1.271 personas que cumplen con ambas condiciones.
Algunos factores que mejoran el pronóstico de esta debilidad son el inicio temprano de la rehabilitación física de forma segura en la UCI, ya que hay riesgo de accidentes.