El COVID-19 ha generado el estrés de la población en muchas partes del mundo. La enfermedad se ha propagado en 185 países y ya se han contagiado casi dos millones y medio de personas.
La enfermedad provocada por el nuevo coronavirus puede llegar a ser mortal; así lo demuestran los cientos de muertes en el planeta a causa de la patología.
Al ser un virus nuevo para el ser humano nuestro sistema inmune no tiene registrado en su memoria la forma de atacarlo; por lo que alrededor del 20% de los pacientes sufre graves consecuencias a causa de la enfermedad.
Este grupo de personas es lo que llamamos población de riesgo. Según la Organización Mundial de la Salud lo observado hasta ahora permite ver que “las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras”.
En Chile tanto la hipertensión como la diabetes, son parte de la lista de patologías más frecuentes; mientras que la primera causa de muerte son las afecciones cardiacas como las enfermedades isquémicas de corazón y los infartos.
De acuerdo al Ministerio de Salud la diabetes es una enfermedad seria y crónica que se genera cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no puede utilizar eficazmente la insulina que produce.
La Hipertensión arterial se genera cuando la presión de la sangre hacia las paredes de la arteria es demasiado alta y de forma constante.
Además la patología contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares
El llamado a los enfermos crónicos e inmunodeprimidos es a no dejar sus medicamentos y seguir sus tratamientos disciplinadamente en medio de la pandemia. Además- y como al resto de la población- se recomienda tomar precauciones de aislamiento físico lo más posible, lavarse las manos con agua y jabón de forma constante y usar mascarillas en lugares con muchas personas.