Hace 10 años la Organización Mundial de la Salud ya definía a nivel sicológico estándares de empleo que "pueden hacer la diferencia entre labores que pueden ser saludables o dañinas para la salud de los trabajadores". Entre estas destacan las vacaciones pagadas y el descanso:
-Horas de trabajo (número de horas, también tiempo del día, noche versus tiempo extra en el día) -Remuneración (relativa al costo de la vida)
-Horas consecutivas de descanso por semana
-Tiempo permitido para tomar alimentos
-Incapacidad por Embarazo/maternidad
-Vacaciones pagadas
- Incapacidades pagadas
- Disponibilidad de contratos
-Edad mínima para trabajar
-Trabajo/tiempo extra forzosos
- Igual paga por igual trabajo Entornos Laborales Saludables
-No-discriminación al contratar (en base al sexo, discapacidad, etnicidad, etc.)
- Instalaciones para discapacitados en el espacio de trabajo
Lo cierto es que las vacaciones se hacen prioridad en un contexto donde un 42% de los trabajadores chilenos se sintió "mucho o bastante" estresado, según el estudio Zoom al Trabajo de la Universidad Adolfo Ibáñez y la consultora Visión Humana de fines de 2019.
En comparación con 2018 se nota un aumento del 16% en las personas que declaran tener mucho estrés en sus trabajos.
El Ministerio de Salud aseguró en agosto pasado que las cifras de licencias por trastornos mentales -como el estrés, la depresión, la ansiedad y el desgaste laboral- se elevaron en un 53% desde 2013 con 944 mil casos.
En la misma línea, la última actualización de estadísticas Nacionales de la Superintendencia de Seguridad Nacional indica que en 2018 los "trastornos mentales" fueron la segunda causa de diagnostico por el que se autorizaron licencias médicas:
Sin duda los días de descanso se deben respetar y organizar de la mejor forma para favorecer la salud mental, física y la convivencia con la familia.