Una de las complicaciones graves que puede causar el COVID-19 es la neumonía.
La neumonía es “una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos aéreos se pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Diversos microorganismos, como bacterias, virus y hongos, pueden provocar neumonía”, indica la Mayo Clinic.
Dentro de los virus, existen varios de estos que pueden provocar neumonía: el virus sincicial respiratorio, la influenza, adenovirus, sarampión, COVID-19, etc.
La gravedad de una neumonía puede variar de suave a incluso mortal y se presenta con cuadros más severos en bebés, niños pequeños, mayores de 65 años y personas con problemas de salud preexistente o sistemas inmunes debilitados.
En Chile las enfermedades del sistema respiratorio son la tercera mayor causa por hospitalización en el sistema público de salud; y dentro de esta categoría la neumonía y la influenza ocupan el primero lugar.
*El 9,4% de los egresos hospitalarios fueron por Causa Respiratoria durante el año 2018.
En pacientes crónicos la neumonía puede provocar una mayor disposición a infectarse con COVID-19, debido a la debilidad del organismo; mientras que en los pacientes sin enfermedades preexistentes la neumonía puede resultar como consecuencia del coronavirus.
Los datos son importantes al analizar los egresos hospitalarios por edad, puesto que las personas más afectadas son aquellas que tienen más de 65 años. La misma población que está expuesta a tener peores consecuencias si se contagian con el COVID-19.
Para prevenir las co-infecciones en los pacientes, es clave tomar algunas medidas como por ejemplo la vacuna contra la influenza.