Abres la puerta del refrigerador y analizas si hay algo comestible: son las nueve de la noche y no quieres cocinar. Tomas tu celular, pulsas un par de veces la pantalla y en segundos encuentras una enorme variedad de platos que pueden llegar a la puerta de tu hogar en solamente media hora.
Las plataformas de economía colaborativa como Uber, Rappi o AirBnB - aquellas en que interactúan dos o más personas a través de un servicio que puede ser digital- se han transformado en una alternativa para un gran número de consumidores en nuestro país.
De acuerdo a un estudio realizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile a través de su think tank Tren Digital, solamente el 6,8% de los chilenos declara nunca haber usado uno de estos servicios.
Otro signo del avance de esta modalidad de compra es su cotidianeidad. El mismo análisis revela que casi un cuarto de la población usa una aplicación de este tipo al menos una vez al mes y un quinto de las personas una vez a la semana. El 32,8% las utiliza "pocas veces al año".
Tienen "manejo digital"... y también dinero
Los chilenos que más usan las plataformas colaborativas son aquellos de entre 25 y 54 años, quienes tienen una "buena relación" con los dispositivos digitales y a la vez tienen el poder adquisitivo necesario para utilizar aplicaciones que implican un gasto de dinero.
Si bien las personas más jóvenes suelen estar más conectadas a sus teléfonos móviles y utilizar más aplicaciones, el factor económico es clave para servicios de despacho a domicilio o transporte.
El estudio de Tren Digital también ahondó en las motivaciones para preferir estos servicios sobre los tradicionales. La principal razón es el "ahorro de tiempo", al que le sigue la "comodidad".
El análisis plantea que si bien las estrategias de marketing de este tipo de servicios apuntan al cuidado del medio ambiente o el sentido de comunidad, estos "beneficios" son los que menos importan a los consumidores.
¿Regular o no regular?
Sobre el futuro de estas aplicaciones y la creciente tensión respecto a su normativa (como es el caso de Uber), el 81,7% de los encuestados cree que hay que regularlos para que sigan creciendo como modelo de negocio. El 0,6% opinó que debiesen prohibirse.
Un aspecto que provoca más debate es la entrega de información personal en estas aplicaciones. Casi uno de cada cuatro entrevistados dijo estar dispuesto a entregar sus datos en el futuro, pero más de la mitad dice estar nada o poco dispuesto a hacerlo.
Entre los obstáculos para el desarrollo de más aplicaciones de economía colaborativa en el país los encuestados plantearon en primer lugar los riesgos de seguridad y privacidad de los datos personales que se comparten en ellas.
En segundo lugar se ubicó la falta de seguridad para el consumidor/cliente y en el tercero la falta de regulación.
Datos
Esta nota fue elaborada con información del estudio "La Economía de las Plataformas Colaborativas en Chile: Uso y Percepción de los Chilenos", realizado por la Pontificia Universidad Católica, su think tank Tren Digital y Media Interactive.