En pleno invierno, no hay zona del cuerpo que se escape de sentir las consecuencias del frío. Aunque algunas están más expuestas de forma constante a los cambios de temperatura, como la piel; sobre todo de rostro y manos.
No es extraño que las mañanas con pocos grados nos traigan sensaciones de tirantez, sequedad y otros tipos de irritaciones en nuestra piel, incluso algunos perciben picazón y enrojecimiento.
De acuerdo a la Clínica Mayo, este tipo de urticaria "es una reacción en la piel provocada por el frío que se presenta minutos después de haberte expuesto al frío. La piel afectada presenta ronchas rojizas que pican".
La misma entidad asegura que el cuadro se presenta mayormente en adultos jóvenes, quienes tienen síntomas y grados de gravedad diversa.
"En algunas personas con esta afección, nadar en agua fría puede provocarles presión arterial muy baja, desmayos o choque", sostiene.
Alrededor del mundo, se estima que la condición afecta a 1 de cada 2.000 personas. En la misma tendencia, durante 2019 en Chile el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (Deis) registró 574 egresos hospitalarios por urticaria en la salud pública. Sin embargo, solo tres de ellos fueron provocados por cambios de temperaturas.
Otras de las molestias del invierno son los famosos sabañones. Se trata de inflamaciones "dolorosa de pequeños vasos sanguíneos de la piel que se producen en respuesta a la exposición repetida al aire frío, pero no helado", sostiene la Clínica Mayo.
También conocidos como eritema pernio, se presentan en mayor medida entre niños, mujeres y ancianos; y causan picazón, manchas rojas ampollas e hinchazón, generalmente en manos y pies. Normalmente desaparecen entre una y tres semanas. Si bien no producen lesiones permanentes, puedes infectarse y provocar cuadros más complejos si es que no se tratan.