La Copa América es el torneo más importante de esta parte del mundo a nivel de selecciones.
Cada nación espera cuatro años para intentar consagrarse como la mejor nación del continente y clasificar a la Copa Confederaciones.
Sin embargo, en los últimos tiempos hubo un caso en donde un equipo grande renunció a participar del certamen a sólo dos días de debutar: Argentina.
El equipo trasandino era dirigido en 2001 por Marcelo Bielsa y se consolidaba como una de las mejores de la región, con un tranque arrollador en las eliminatorias que clasifican al Mundial de Corea y Japón 2002.
Pero la realidad diría otra cosa en la Copa América de aquel año que tuvo a Colombia como sede.
Los serios incidentes ligados a la delincuencia, atentados y amenazas que se presentaba en la nación hizo que, a sólo 48 horas de empezar su participación ante Costa Rica, el equipo de Bielsa dimitió.
El caso puso de cabeza a la administración del torneo que debió llamar de emergencia a la selección de Honduras, bajando radicalmente el nivel de la instancia.
La historia diría que Honduras daría la sorpresa al dejar fuera a Brasil y caer ante el local en semifinales, pero también se expondrá siempre que por miedo a sufrir un ataque, un equipo de fútbol no se atrevió a participar en una competencia.