El suspendido presidente de la FIFA, Joseph Blatter, planeaba que Rusia y Estados Unidos fueran sedes de los Mundiales de fútbol del 2018 y 2022, respectivamente, y culpa al jefe de la UEFA, Michel Platini, por la victoria de la candidatura de Qatar.
Pero el deseo de Blatter de que las Copas del Mundo fueran para "las dos potencias políticas más grandes" no era una decisión acordada de antemano, dijo Klaus Stoehlker.
"No era un acuerdo, era su propuesta y por supuesto luego fue a votación en el comité ejecutivo (de la FIFA)", comentó.
En una entrevista con la agencia de noticias rusa TASS, en la que criticó a Platini por lo que llamó ataques en su contra, Blatter describió la doble votación de las sedes en el 2010 como el catalizador de la crisis que atraviesa la FIFA.
La polémica en particular por la elección de Qatar causó el mayor escándalo en la historia del organismo, en el que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a varios dirigentes de corrupción.
Blatter y Platini cumplen una suspensión de 90 días emitida por el Comité de Ética de la FIFA, que investiga un pago al ex astro francés en el 2011.
Blatter dijo que hubo una discusión sobre los Mundiales, que se iría a Rusia primero y luego a Estados Unidos, pero que Platini cambió de opinión tras un almuerzo con funcionarios qataríes y el presidente francés de ese momento Nicolas Sarkozy.
Stoehlker dijo que habló con Blatter tras la entrevista y que el suizo enfatizó que no hubo un acuerdo previo, sino que era un deseo personal que Rusia y Estados Unidos organizaran los torneos.
En la entrevista, Blatter dijo que lo que al principio fue un ataque personal de Platini luego se convirtió en un tema político, en el que Estados Unidos y Gran Bretaña participaron tras perder sus posibilidades de ser sede del Mundial.