Mientras el mundo espera con ansias el pitazo inicial, un 55 por ciento de los brasileños cree que el Mundial de fútbol traerá en realidad más problemas que beneficios a su país, según un sondeo publicado el martes.
Según la encuesta de Datafolha, la percepción negativa del Mundial aumentó desde un 44% en junio del 2013, cuando una ola de masivas protestas contra los gastos excesivos para el torneo derribó la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff.
"Incluso ahora, sin el clima de protestas, esa crítica a la realización de la Copa creció", dijo Mauro Paulino, el director de Datafolha, en el diario Folha de Sao Paulo.
Un 36% de las personas entrevistadas dijo que el Mundial sería más positivo que negativo para Brasil.
Considerado una oportunidad para mostrar la nueva estatura global de Brasil como una potencia emergente, el torneo ha sido ensombrecido por retrasos en las obras y sobrefacturación.
Pero Datafolha dijo que un 48% de los brasileños aún apoya la realización del campeonato, que será disputado a partir del 12 de junio en una docena de ciudades del país, por un 41% que se muestra claramente en contra.
El apoyo viene sin embargo cayendo en picada. En noviembre del 2008 un 79% de los brasileños apoyaba el Mundial, en junio del 2013 el porcentaje era de un 65% y en febrero del 2014 de un 52%.
El rechazo se disparó desde un 10 por ciento en noviembre del 2008 a un 26% en junio del 2013 y un 38% en febrero.
Muchos brasileños se quejan por los gastos excesivos para el Mundial en un país que carece de servicios básicos de calidad en educación, salud pública y transporte.
El torneo, dicen, es una oportunidad perdida de mejorar la calidad de vida de la población. Obras de infraestructura como aeropuertos y sistemas de transporte público están atrasadas o fueron canceladas.
La encuesta de Datafolha fue realizada el 2 y 3 de abril y tiene un margen de error de +/- dos puntos porcentuales. Fueron entrevistadas 2.637 personas.