La seguridad en el fútbol chileno ha sido uno de los temas más recurrentes en el útlimo tiempo debido a la serie de disturbios que se han generado en distintos estadios y que han significado sanciones para los clubes y hasta la suspensión de encuentros, como ocurrió con el clásico universitario.
Por ello, en Colo Colo no quieren dejar nada al azar de cara al trascendental partido de este miércoles ante Boca Juniors por Copa Libertadores. Y es que Blanco y Negro preparó un fuerte operativo de seguridad para evitar problemas ante las amenazas de invasión que han recibido por parte de un sector de la hinchada.
"Encomendándonos a todos los santos para que no pase nada", confesaron en ByN a El Mercurio.
¿Cuál es el problema? Los disturbios protagonizados por hinchas albos ante Monagas hace unas semanas provocaron que la Conmebol clausurara las tribunas Arica y Lautaro, mientras que Estadio Seguro recomendó cerrar también Galvarino y Caupolicán, lo cual molestó a la Garra Blanca, que ya amenazó con invadir el estadio Monumental debido a lo que entienden como una "discriminación".
"Estamos tiritones", reconocieron en Colo Colo al mismo medio, y por ello han preparado un fuerte operativo de seguridad: "Tomamos todas las medidas posibles, porque sabemos que la Garra Blanca está amenazando con romper portones y generar avalanchas. O hacer desórdenes en las inmediaciones del estadio".
Por ello, contarán con 400 guardias privados, 500 carabineros, 70 controles y 163 validadores para evitar el ingreso de hinchas que tienen prohibición de hacerlo.
