La Liga está que arde. Ante un Santiago Bernabeú repleto el Real Madrid de Carlo Ancelotti se enfrentaba a una opción que hasta el momento le había sido esquiva: ser puntero por sobre el Barcelona y el Atlético.
Y todo parecía servido. En un estadio engalanado ante la presentación de Cristiano Ronaldo como el mejor jugador del mundo, el Granada del chileno Manuel Iturra era la víctima precisa para obtener los tres puntos y el liderato.
Sin embargo, hubo que sufrir. Los merengues atacaban una y otra vez y siempre se encontraban con la buena resistencia de la defensa y, en particular, del golero Roberto.
Hasta que llegó la gran jugada de la noche. Se acaba el primer tiempo y Luka Modric sacó un centro de zurda con destino a CR7. El astro portugués no dudó y con un giro perfecto la empalmó de chilena con una violencia brutal. El público ya coreaba el gol pero Roberto estuvo descomunal para sacare y alejar el peligro. Ronaldo no lo podía creer y los fantasmas del empate se instalaban.
Sin embargo, Real Madrid dio muestra que está para pelear. Ronaldo, con una gran jugada, abrió la cuenta cuando los caminos se cerraban y Benzema puso la lápida, decretando el 2-0 final a falta de 16 minutos para el cierre del encuentro.
Párrafo aparte para la buena actuación de Manuel Iturra, quien a seis meses del Mundial aún no pierde su ilusión de poder estar presente en la Roja de Sampaoli.