Hace casi dos décadas los mejores entrenadores del fútbol mundial no se miraban con desprecio y mostrándose los dientes antes de un partido como ocurre hoy. Existió una época en que ambos se querían y respetaban.

Eso acontecía por allá en 1997, un 14 de mayo. Barcelona había ganado la Supercopa de España, la Copa del Rey y se encaminaba a conseguir la Recopa de Europa ante el PSG de Francia, en Rotterdam.

En ese encuentro los azulgranas se impusieron en la final por 1 a 0 gracias a un gol del "fenómeno" Ronaldo.

Pero en el plantel había dos tipos que se seguirían topando a lo largo de su vida: un joven Pep Guardiola, con 26 años, que se hacía cargo del mediocampo y José Mourinho, con 34 años quién era el ayudante del entrenador británico Bobby Robson.

Cuando el árbitro marcó el final del encuentro,Guardiola y Mourinho se fundieron en un abrazo apasionado, que por esos tiempos pasó inadvertido, pero que con el paso del tiempo y los años ha ganado mucho morbo y significado.

Teniendo en cuenta que este sábado ambos se volverán a ver las caras, esta vez en veredas opuestas; Pep defendiendo al City y Mou al United, en el clásico de la ciudad.

Mira acá el abrazo