Rompió el silencio. Jackson Follmann, el portero y uno de los sobrevivientes de la tragedia del Chapecoense, habló por primera vez del accidente que terminó con la vida de 19 integrantes del plantel y que le provocó al meta la amputación de una de sus piernas.
En una entrevista en la cadena brasileña Globo, Follmann reveló que el avión de la aerolínea boliviana Lamia, que transportaba a la delegación que se dirigía a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana en Medellín el pasado 28 de noviembre, "se apagó" y luego "comenzó a fluctuar lentamente".
"Fue muy rápido. Recuerdo despertarme (antes del rescate). Abrí los ojos, estaba muy oscuro y muy frío. Tiritaba de frío. Gritaba 'socorro, no quiero morir'. Algunos de los amigos, que todavía estaban vivos, también gritaban. Escuché al equipo de rescate llegar gritando Policía Nacional", recordó.
El jugador despertó cuarto días después en un hospital de la ciudad de Medellín, donde llegó su familia. "Mi madre entró y habló conmigo. Fue difícil. Allí me desperté y lloraba mucho, fue cuando abrí los ojos", contó.
A raíz de las heridas sufridas en el accidente, los médicos debieron amputarle a Follmann la parte inferior de la pierna derecha, y contará con una prótesis que le proporcionarán en Sao Paulo cuando reciba el alta hospitalaria en Chapecó.
Además, el portero reveló que entre sus planes a corto plazo se encuentran su recuperación total y contraer matrimonio con su pareja.
Jackson Follmann fue uno de los tres jugadores sobrevivientes a la tragedia, junto a Helio Neto y Alan Ruschel, y que el pasado sábado estuvieron presentes en el Arena Condá en el amistoso ante Palmeiras, donde fueron los encargados de levantar el trofeo de la Copa Sudamericana.