En Chile no se podría hacer algo así.
Y es que no se trata solamente por un tema de organización, sino que porque la ley prohíbe el ingreso a los recintos deportivos artefactos incendiarios. En este contexto se encuentran las bengalas, que también están inhabilitadas por la Conmebol.
En el fútbol polaco esta situación es completamente distinta, situación que es aprovechada por los hinchas del fútbol. El club Legia se enfrentaba al Steaua Bucarest de Rumania y los simpatizantes locales se encargaron de intimidar a la visita.
En un principio organizaron por medio de un mosaico el escudo del club esperando que su equipo saltara al terreno de juego. Ya con los protagonistas sobre el césped, prácticamente incendiaron la galería.
Tras el alucinante recibimiento, las bengalas fueron apagadas. El encuentro era válido por el regreso de la fase previa de la Champions League, que dejó —lamentablemente para los forofos locales— a los polacos fuera de competencia.