Fue la única opción.
En España ocurrió un hecho que pocas veces suele ocurrir. Se enfrentaba el Racing de Santander y el Compostela en partido válido por la Segunda B cuando el árbitro que dirigía el encuentro se lesionó.
En ese momento tuvo que ingresar el juez asistente para poder continuar el encuentro, pero ocurrió lo insólito, también se lesionó. En ese momento se pensó lo peor pero por alto parlante se consultó si existía algún árbitro de categoría nacional en las tribunas.
Para solucionar el problema saltó al campo un aficionado que se encontraba en el estadio Saldinero. Se trata de José María Zubillaga Serrano, quien tenía antecedentes como juez en la tercera división.
El improvisado juez reemplazó a Mario López Fernández Montes, a un cuarto de hora de la finalización del partido.
El encuentro que se encontraba 1-1, finalizó con el mismo resultado. Eso sí, producto de los incidentes se añadieron doce minutos de tiempo añadido.