Cuando la pelota no quiere entrar, sencillamente no entra.

Por más que se intente, la falta de precisión del ejecutor, la buena labor de la defensa, las grandes contenciones del portero o la mala fortuna, impiden que la máxima del fútbol se haga realidad.

La mala suerte —y las pésimas condiciones del terreno de juego— hicieron que este video fuera de lo más compartido y comentado en la web.

En un encuentro entre El Egeas Plomariou y el Papanikolis, ambos equipos de la liga local de la Isla de Lesvos en Grecia, un jugador del primer equipo mencionado recibió un pase en profundidad y una vez en el área sacó un remate cruzado.

El disparo superó al arquero, que ya vencido, sólo vio impotente como el balón se dirigía al fondo de su pórtico. Sin embargo la fortuna estuvo de su lado.

El balón golpeó cuatro veces en los palos y no se dignó a entrar al arco. Primero dio en el vertical derecho, luego en el travesaño, posteriormente en el otro poste para volver a rebotar en el palo derecho.

Después de todo este ajetreo, la zaga local reaccionó y mandó el balón lo más lejos posible.