El temperamento de Eduardo Vargas finalmente le pasó la cuenta.
El delantero nacional perdió los estribos el pasado 20 de julio cuando le propinó una patada a un rival en la derrota por 2-1 del Gremio ante el Criciuma.
Tras irse expulsado de aquel partido de la liga local, el ex Universidad de Chile propició la debacle de su equipo que terminó por inclinarse ante el modesto rival.
Por esta razón es que el Gremio le impuso una dura sanción por su indisciplina: lo castigó por cuatro fechas sin ver acción.
Este castigo se sumó al que ya le había impuesta la federación de brasileña por la patada que le lanzó a su rival.