Francia se coronó campeón del mundo tras vencer por 4-2 a Croacia en la final del Mundial de Rusia 2018 y alzaron la segunda copa de su historia. Sin embargo, el Estadio Olímpico Luzhniki fue el único lugar donde el plantel galo pudo celebrar con el trofeo original.
Y es que al día siguiente, cuando el equipo regresó a su país y festejaron con sus hinchas en las calles de París, lo hicieron con una réplica. ¿Qué ocurrió con el verdadero? Ese trofeo fue enviado directo a Zúrich, Suiza, en donde ya está siendo exhibido en el museo de la FIFA.
¿El motivo? La idea es evitar robos, daños o que alguien que no es campeón pueda tocarla, por lo que el organismo rector del fútbol mundial sólo permite que los jugadores la utilicen en el mismo estadio de la consagración.
Pero, ¿cuáles son las diferencias entre la copa original y la réplica? La verdadera mide 36,8 centímetros de alto y representa a dos hombres recibiendo el planeta tierra. Está hecha de oro sólido de 18 quilates y pesa 6.175 gramos. Además, en su base lleva grabados los nombres de los campeones y las ediciones en las que lo obtuvieron.
Si bien a simple vista la copia es idéntica a la original, la verdad es que no. Son similares, pero la réplica en realidad no es de oro macizo. En su interior está hecha de cobre y zinc, y sólo está bañada de tres capas de oro para imitar el color.