El Celta de Vigo se encuentra en una increíble racha negativa de cara al gol, la cual pudo ser rota por Fabián Orellana.
El cuadro de Eduardo Berizzo se midió este sábado al Valencia con la misión de volver a los festejos tras terminar sus últimos siete partidos en la Liga sin anotar, siendo el tanto contra el Barcelona el último que hizo, el pasado 1 de noviembre.
Y en el minuto 28, Fabián Orellana tuvo la oportunidad de quebrar la pésima marca al ejecutar un penal, pero la "maldición" continuó.
Esto porque el portero Diego Alves -experto en atajar tiros desde los doce pasos- se volcó a su derecha y logró desviar el disparo para desgracia del Celta.
De hecho, el cuadro de Eduardo Berizzo sigue sufriendo en la Liga y ya superó los 700 minutos sin anotar, en una de las peores rachas del club, la que le está costando bajar cada vez más en la tabla de posiciones.