Hasta antes de la era de Jorge Sampaoli su nombre aparecía siempre en las convocatorias de la selección nacional y de hecho defendió el arco chileno en dos en encuentros (Ecuador, en Quito, y Argentina, en Santiago) en el proceso rumbo a Brasil 2014.
Miguel Pinto, ex golero de la Universidad de Chile y del Atlas, se encuentra prácticamente viviendo en el anonimato de las portadas nacionales defendiendo los colores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, célebres “Correcaminos” del ascenso azteca, con quien tiene contrato hasta mayo.
Sin embargo, en entrevista con “El Mercurio” el portero repasó lo que en su momento escaló como una de las polémicas que enfrentó a la ANFP con el Tribunal de la Conmebol.
Todo ocurrió el 9 de junio de 2012 en Puerto La Cruz, Venezuela cuando, en medio del triunfo de La Roja ante los ‘llaneros’, el entrenador Claudio Borghi fue expulsado y posteriormente sancionado por insultos emanados desde el banco del elenco nacional. El “Bichi” los asumió, sin embargo, Pinto había sido el responsable.
“Ese es un tema más personal que me gustaría conversarlo directamente con él (Borghi) cuando se dé la oportunidad y después comentarlo abiertamente”, cuenta.
“Me escucharon a mí, los cinco o seis que estábamos ahí y no quiero ser sapo…Pero la verdad es que si me escucharon a mí, fui yo…No tengo ningún problema en decirlo, lo hice ahí. Lo que pasó es que me debe haber escuchado el cuarto árbitro y la agarro con Claudio. Lo suspendieron. Ya lo habíamos hablado y era un tema que todos lo sabían, él y su cuerpo técnico. Tal vez esperaban que yo reaccionara de otra forma, por que leí por ahí que dijo que ‘esperaba que ese jugador diera la cara’, yo creo que teníamos la suficiente confianza para que me lo dijera ‘siento esto o esto otro’.
“Es el tema que está en la polémica y todos lo saben. Ya van dos años desde que sucedió. Cuando uno está en la banca se calienta: que tire la primera piedra quien no lo haya hecho. Tampoco es con afán de ofender a alguien. Cometió alguna equivocación, y en este caso la asumió Claudio, a quien le tocó un castigo bastante feo. Pero si en esos días él esperaba que yo reaccionara de alguna forma hacia la prensa o a los más cercanos, le pido disculpas si no lo hice. Porque al parecer no vi que me pidieran dar explicaciones”, agrega.