Luiz Felipe Scolari asumió este jueves como entrenador de la selección de fútbol de Brasil de cara al Mundial 2014, ocasión en la que dijo sentirse "obligado" a ganar el título que el pentacampeón disputará como local.
Scolari, que llevó a Brasil a ganar su última Copa del Mundo en el 2002, restó importancia a la bestial presión de asumir la dirección de la selección a sólo 18 meses del torneo después del despido el viernes del técnico anterior, Mano Menezes.
"Tenemos la obligación de ganar el título. En este momento no somos favoritos, pero pretendemos convertirnos en favoritos durante la competencia", confesó el entrenador de 64 años, conocido en Brasil por su apodo de Felipao.
"El tercer o cuarto puesto no es bueno para un país que ha ganado cinco Copas Mundiales", disparó durante una conferencia de prensa en Río de Janeiro.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) nombró además como manager a Carlos Alberto Parreira, el entrenador que conquistó la copa de 1994. Scolari, que heredó un equipo joven que ha tenido un rendimiento inferior a rivales como España, Argentina y Alemania, tendrá que enfrentar las expectativas de sus 190 millones de compatriotas.
Su antecesor Menezes fue despedido sorpresivamente, justo cuando el equipo parecía comenzar a tomar forma tras varias decepciones. Los nombramientos llegan dos días antes del sorteo de la Copa de Confederaciones, antesala del Mundial que será disputada en Brasil en el 2013. El debut de Scolari está previsto para febrero, cuando Brasil enfrentará a Inglaterra en un amistoso.
Los brasileños, apasionados por el fútbol, esperan siempre ganar los mundiales y la presión debería ser aún mayor jugando como anfitriones. El fantasma de la derrota de Brasil ante Uruguay en la final de la Copa Mundial de 1950 todavía atormenta a los hinchas brasileños.
Pero Scolari se lo tomó con buen humor. "Si no te gusta la presión, es mejor ir a trabajar al Banco de Brasil, o en una esquina o sentarse en una oficina o no hacer nada", lanzó.
El nuevo entrenador dijo que se sintió mucho más presionado cuando asumió por primera vez el comando de la selección en el 2001, cuando Brasil corría el riesgo de quedar por primera vez fuera de una Copa del Mundo. "Este será uno de nuestros títulos más importantes: el sexto título, en casa, y nuestra segunda oportunidad", concluyó.
Fuente: 24Horas.cl con información de la agencia Reuters