John Terry sabe que se equivocó y este jueves ofreció disculpas.
El defensor central del Chelsea renunció a apelar por la sanción de 277 mil euros y cuatro partidos de suspensión que le impuso la Federación Inglesa (FA) por los insultos racistas que le propinó al jugador del Queens Park Rangers Anton Ferdinand en el encuentro disputado el 23 de octubre de 2011.
Los tribunales ordinarios no sancionaron a Terry, pero sí lo hizo la FA el pasado 27 de septiembre.
Por esta razón es que el experimentado zaguero, a través de un comunicado, expresó sus disculpas.
"Si bien estoy decepcionado con la decisión de la FA, acepto que el lenguaje que utilicé, más allá del contexto, es inaceptable en un campo de fútbol o en cualquier circunstancia de la vida", comenzó.
"Quiero aprovechar esta oportunidad para disculparme con todo el mundo por el lenguaje que utilicé", puntualizó Terry.