Se confirmó lo peor. Luego de ser retirado del campo en camilla, y entre evidentes lágrimas que manifestaban el dolor y la decepción, el golero Víctor Valdés recibió la peor noticia de todas: rotura de ligamento cruzado de la rodilla derecha y consecuencias gravísimas que lo dejarán, entre otros, sin el Mundial de Brasil 2014.

El guardameta fue reemplazado por el golero Pinto tras una doble reacción a un tiro libre del chileno Fabián Orellana, siendo atendido en el mismísimo camarín culé. Ausentes ilustres del encuentro como Xavi Hernández y Carles Puyol bajaron inmediatamente de las gradas hasta el lugar para dar su apoyo al golero. A esa altura ya se presumía que la lesión era más que seria.

Y así no más fue. El cuerpo médico confirmó la lesión que lo mantendrá alejado de las canchas por cerca de seis meses signando su suerte en la Liga, la Champions y el Mundial de Brasil 2014, donde Valdés era más que opción en vista de la inactividad del titular Iker Casillas.

El jugador fue trasladado en un vehículo particular a la Clínica Creu Blanca, para ser sometido a otras exploraciones. Le acompañó el recuperardor físico del primer equipo Juanjo Brau.

Pero hay más. Nacido y formado en La Masía habría vivido así su última noche como culé tras su intención de no renovar su contrato que expira el próximo 30 de junio, por lo cual la dirigencia catalana llevaron a que los directivos tuvieran casi atado al meta alemán Ter Stegen.

¿Su futuro? Hasta antes de esta lesión se especulaba que Valdés tendría todo acordado para marcharse o al Manchester City de Manuel Pellegrini o al Mónaco que dirige Claudio Rainieri. Ahora habrá que esperar.