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La dramática historia familiar de Maximiliano Falcón: "No hablo con mi mamá"

El defensa uruguayo recordó los momentos más difíciles que vivió antes de alcanzar la gloria con los albos.

24horas.cl

Lunes 7 de noviembre de 2022

Una de las figuras en la brillante campaña de Colo Colo, que se consagró campeón del Campeonato Nacional 2022, fue el defensa uruguayo Maximiliano Falcón, quien tras alcanzar la gloria con los albos también recordó sus momentos más difíciles.

En una entrevista con LUN, "Peluca" reveló detalles de su dramática historia familiar, recordó cuando trabajó de albañil con solo 12 años y por cuatro mil pesos, y su casi nula relación con su madre.

"Nunca le des la espalda a tu familia, aunque ella lo haga", dice un tatuaje que el zaguero luce en su mano derecha. ¿El motivo? "Por mi historia. Yo no tuve nunca una figura paterna y tampoco tuve una familia de esas que son vistas como normales. A mi viejo, que se llama Armando Caquíasm, lo conocí recién a los 21 años. Él dejó a mi mamá (María Elena Picart) cuando estaba embarazada de mí. Ella había tenido otro hijo antes -Enrique- con otro señor y, después de que la dejó mi papá, se juntó con un señor llamado Pedro Falcón. Ahí me pusieron el apellido", contó.

No obstante, nuevamente esa figura paterna desapareció: "Se separó de mi vieja cuando yo tenía cinco años. Ni lo conocí mucho".

"Las cosas eran complicadas en lo económico, más aún cuando nació Álex, mi hermano menor, que hoy está terminando la secundaria. Mi vieja se juntó con un señor y. como no había plata para pagar los estudios, dejé el colegio a los 12 años y empecé a trabajar de albañil. Ganaba 200 pesos, que en Chile sería hoy como cuatro mil pesos. No era mucho, pero algo aportaba a la casa", agregó.

Además, reveló que comenzó jugando de volante, pero cuando un día faltó un zaguero central se lo ofrecieron, brilló y nunca más dejó el puesto.

A los 15 años se probó en Nacional de Montevideo, equipo del que era hincha, y quedó. Sin embargo, su mal comportamiento terminó por pasarle la cuenta y su sueño de triunfar con el elenco uruguayo se desvaneció.

"Me dejé estar. Engordé, me puse bueno para la fiesta. Con plata uno que no está acostumbrado puede cometer errores y yo los cometí. Aparecen los amigos, los que celebran con uno y no fui responsable. Lo pagué caro. En 2018 estaba a la deriva. Me fui a probar a varios equipos, pero no me dejaban. Pensé que las cosas no daban para más y pensé en retirarme para siempre del fútbol", contó.

Ahí, la figura de su representante, Gerardo Arias, fue clave para continuar: "Me llevó a su casa, me dio de todo en ese momento y me ayudó a buscar oportunidades. No salía ninguna y le dije que solo vería una más y largaba. Y justo salió la opción de jugar en Rentistas, que estaba en la B".

Esa segunda oportunidad que le dio la vida provocó que tomara una importante decisión: "Me acuerdo que el día de Año Nuevo de 2018, después de haberla pasado tan mal, hice la promesa de no tomar más alcohol, de cuidarme en el peso, de ser siempre responsable porque lo que vivó me trajo muchas consecuencias negativas, no solo en lo profesional".

Dichas consecuencias tienen que ver con la prácticamente nula relación que tiene con su madre: "Se rompió la relación con mi mamá. Y es que, cuando quedé sin club, sin contrato, ya no podía mandar plata a mi casa. De hecho, aparecí en una especie de Dicom de Uruguay. Mi vieja entonces se enojó conmigo. Decía que yo no quería ayudarla, no creyó que yo estaba mal económicamente y nos distanciamos desde ese momento".

"Ha habido algún intento de acercamiento, pero nada muy concreto. Hoy no hablo con mi mamá, pero espero que alguna vez podamos hacerlo", complementó.