"Yo no escuché en ningún momento ningún disparo". Esas son las palabras de Estefanía Núñez, la compañera de Irene Aravena, deportista que sufrió un grave accidente en el ciclismo de pista.
A 24 horas del accidente las dudas y preguntas comenzaron a buscar respuestas. "Los colaboradores, que estaban apoyando a los jueces, no tuvieron la reacción instantánea para haber detenido a la deportista cuando venía lanzada", señala Roberto Pérez, presidente de la federación de Ciclismo de Chile.
Pero por otro lado, el técnico chileno se pone en los zapatos de los auxiliares. Según reflexiona la labor de los funcionarios es recibir órdenes de los jueces presentes: "Ellos reciben órdenes, no van a correr el partidor porque ellos quieren", reconoce Fernando Vera, técnico del equipo Chile.
El delegado técnico de los Odesur cree que esto se trata simplemente de un accidente que por fortuna no pasó a mayores. Aravena se encuentra internada en la Clínica Santa María, recinto que informó que la joven sufrió una fractura expuesta de rótula en la rodilla izquierda y del pulgar derecho, traumatismo encéfalocraneano (TEC), policontusiones y múltiples erosiones.
"Lo único que uno hace es mirar la rueda y de repente veo que mi compañera se abrió fuerte, y cuando levanto la cabeza ya había chocado. Después abrí los ojos y veo un entrenador venezolano y a mi papá", dijo la deportista afectada en conversación con 24Horas.
Según confesó, en el momento no entendía lo que había ocurrido, porque este tipo de situaciones, no suceden en este tipo de competencias, ya que los partidores los sacan de forma inmediata.
Por ahora la situación será investigada para determinar las responsabilidades de un accidente que por poco se transforma en tragedia.
