Sus expectativas eran ganar un combate de espada. A sus 36 años y en sus segundos Juegos Olímpicos, la esgrimista nacional Cáterin Bravo sabía a lo que podía aspirar, ya que una serie de lesiones habían complicado su puesta a punto para la cita deportiva.
Por eso el quedar eliminada en su debut de este lunes no fue una desilusión para la chilena. La deportista brindó un gran combate y aguantó todo lo que pudo a su agresiva rival, la británica Corinna Lawrence. El marcador de 12-15 a favor de la británica refleja el esfuerzo de Bravo.
"Venía muy bien preparada, pero mi único talón de Aquiles era el tema físico, debido a las lesiones que he tenido. Tuve que postergar mucho la vuelta a las pistas y ahora estoy 'pagando el pato' por eso", dijo la esgrimista tras la competencia.
La chilena se despidió con una sonrisa en su retorno a los Juegos Olímpicos después de 12 años. Antes había participado en Sydney 2000, donde quedó en camino al caer frente a la letona Julija Vansovica.
"Como siempre lo he dicho, solamente llegar aquí era mi medalla olímpica. Ganar un asalto ya era topísimo", agregó.
Pese a que su balance es positivo, Bravo adelantó que piensa en el retiro, debido a que el costo de la preparación para la competencia es muy alto y el apoyo de ADO Chile no alcanza para dedicarse totalmente a su especialidad. Además ha dicho que quiere dedicarse a sus dos hijos, de 7 y 2 años de edad.
"En las condiciones actuales no sigo compitiendo, mi 'nana' gana más yo. Por ejemplo ahora para venir a Londres tuve que pagar para que alguien me reemplazara en mi trabajo que es la escuela de aviación donde hago clases de esgrima", declaró Bravo a Emol.