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Con olor a despedida

La esgrimista nacional valoró su corta actuación en los Juegos Olímpicos, donde llegó complicada por una serie de lesiones.

Javiera Salinas

Lunes 30 de julio de 2012

Sus expectativas eran ganar un combate de espada. A sus 36 años y en sus segundos Juegos Olímpicos, la esgrimista nacional Cáterin Bravo sabía a lo que podía aspirar, ya que una serie de lesiones habían complicado su puesta a punto para la cita deportiva.

Por eso el quedar eliminada en su debut de este lunes no fue una desilusión para la chilena. La deportista brindó un gran combate y aguantó todo lo que pudo a su agresiva rival, la británica Corinna Lawrence. El marcador de 12-15 a favor de la británica refleja el esfuerzo de Bravo.

"Venía muy bien preparada, pero mi único talón de Aquiles era el tema físico, debido a las lesiones que he tenido. Tuve que postergar mucho la vuelta a las pistas y ahora estoy 'pagando el pato' por eso", dijo la esgrimista tras la competencia.

La chilena se despidió con una sonrisa en su retorno a los Juegos Olímpicos después de 12 años. Antes había participado en Sydney 2000, donde quedó en camino al caer frente a la letona Julija Vansovica.

"Como siempre lo he dicho, solamente llegar aquí era mi medalla olímpica. Ganar un asalto ya era topísimo", agregó.

Pese a que su balance es positivo, Bravo adelantó que piensa en el retiro, debido a que el costo de la preparación para la competencia es muy alto y el apoyo de ADO Chile no alcanza para dedicarse totalmente a su especialidad. Además ha dicho que quiere dedicarse a sus dos hijos, de 7 y 2 años de edad.

"En las condiciones actuales no sigo compitiendo, mi 'nana' gana más yo. Por ejemplo ahora para venir a Londres tuve que pagar para que alguien me reemplazara en mi trabajo que es la escuela de aviación donde hago clases de esgrima", declaró Bravo a Emol.