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Maldito último segundo

Un gol anulado en waterpolo y uno concedido en balonmano sellan dos duras derrotas.

Carlos Serrano

Miércoles 1 de agosto de 2012

De todos es sabido que la diferencia entre la victoria y la derrota es mínima en los Juegos Olímpicos, donde se dan cita los mejores deportistas del atleta. Una milésima de segundo, un centímetro, una bola en la línea, un leve desequilibrio... todo cuenta y todo pasa factura cuando se juega al máximo nivel.

Este martes le tocó a España sufrir por dos veces el rigor del gol en el último segundo. Con características diferentes en ambos casos, pero igualmente dolorosas para una delegación que empieza a acumular críticas por no haber conseguido todavía ningún metal cuando está a punto de concluir la primera semana de competición en Londres 2012.

El caso que más dolió a los hispanos fue en el partido que les enfrentaba a Croacia en waterpolo. Y es que, cuando faltaban apenas 3 segundos para la finalización del encuentro, que ganaban por 8-7 los balcánicos, Iván Pérez logró marcar un gol 'in extremis' de espaldas y desde lejos, pero el árbitro no lo concedió por considerar que el balón no había entrado por completo.

 

Las protestas no se hicieron esperar, ya que las repeticiones de la televisión mostraban claramente que el "gol fantasma" era legal. Incluso, el juez de línea lo concedió como válido. Pero el esloveno Boris Margeta se negó a reconsiderar su decisión y evitó el empate en la piscina.

La delegación española elevó su queja ante la Federación Internacional de Natación (FINA), que se reunió de urgencia. Sin embargo, minutos después, desestimó el recurso y "consumó el robo", a decir de los indignados medios españoles.

 

El técnico ibérico, Rafa Aguilar, aseguró que "nunca" había visto "algo tan claro". Visiblemente alterado y sorprendido por lo ocurrido en el Water Polo Arena de la capital británica, agregó que "no recuerdo algo tan claro nunca, es que en otros casos consultan. En nuestro deporte hay dos árbitros principales y luego hay dos linieres, que están invitados a los Juegos Olímpicos exclusivamente para mirar la línea de gol. Hacen esto y tiran pelotas. Entonces, si hay una duda, parece como muy razonable que el árbitro se tome un tiempo para una jugada de este estilo, porque no es para un córner, es para un gol y a final de tiempo, que le consulte".

Concluyó asegurando que el árbitro eslovaco "me dijo que lo había visto, pero que no podía tomar la decisión de dar gol".

Una frustración que se trasladó de la piscina a las pistas de la Caja de Cobre (Copper Box), donde los hispanos perdieron 24-23 ante Dinamarca por un gol recibido en el último suspiro.

En este caso, no hubo error arbitral de por medio, ya que fue una mala defensa en la última jugada la que provocó la derrota de los hombres de Valero Rivera, que no pudieron repetir el resultado del primer encuentro, en el que deslumbraron con un aplastante 26-21 contra la siempre potente Serbia.

El gol final de de Michael Knudsen sentenció la victoria de los daneses, en un auténtico partidazo que sólo se decidió a pocos segundos del final.

 

Dos ejemplos que realzan, una vez más, la importancia de mantener la concentración y el afán competitivo hasta el final, porque a estas alturas cualquier error se paga caro.