Lo que hace Usain Bolt en 100 metros planos es sencillamente alucinante. La velocidad que alcanza —que se estima en torno al los 37,5 kilómetros por hora— le permite correr más rápido que nadie y romper todos los récords establecidos.
Si el pasado domingo, el oriundo de Jamaica se volvió a colgar la medalla de oro con récord olímpico en la prueba reina del atletismo, ahora va por un nuevo registro en los 200 metros planos que se disputarán el próximo jueves a las 15:55 horas de Chile.
Las miradas del mundo se posan en los 9.63 segundos que Usain Bolt cronometró en los 100 metros planos. Un tiempo que parece inalcanzable para cualquier ser humano... aunque no para un animal.
Y es que le salió competencia al velocista jamaicano, pero en el reino de los felinos. Al ver el gran tiempo que registró, el Zoológico de Cincinnati sacó a la pista a Sarah, la chita que pretendían pulverizar el registro de Bolt.
Los guepardos, que poseen una anotomía diseñada casi exclusivamente para la velocidad, poseen diferentes características que lo hacen el animal terrestre más rápido del mundo. Un corazón más grande que el común de los felinos que bombea más sangre a todo el cuerpo, pulmones y fosas nasales más amplias, unas uñas retráctiles para la tracción y una cola casi de la mitad del tamaño de su cuerpo para la estabilidad.
Con todos estos pergaminos, y con el registro de Bolt en mente, es que se decidió soltar a Sarah para medir cuánto se demora y a qué velocidad, en correr los mismos 100 metros planos. El resultado fue increíble.
Tentada con una presa al más puro estilo de las carreras de galgos, la chita también estableció el récord mundial de velocidad al recorrer la mencionada distancia en sólo 5,95 segundos a una velocidad de 61 millas, algo así como 98 kilómetros por hora. Si bien estos animales pueden correr incluso más rápido, sólo importaban los 100 primeros metros.
Su velocidad y tiempo rondan en torno a un 38 por ciento más rápido que Usain Bolt. Tenemos a una nueva campeona mundial.