Hija de profesores de educación física y hermana de nadadoras, el deporte era algo inevitable en la vida de Kristel Köbrich.
Probó suerte en el atletismo y el vóleibol antes de dedicarse por completo a la natación y terminar sus estudios en la Academia para Deportistas.
Hace ocho años dejó su casa en Santiago y se fue a Córdoba, Argentina, para profesionalizar su carrera.
Actualmente vive junto a la familia de su entrenador, Daniel Garimaldi, quienes la adoptaron como una hija más.
Todos los días comienza sus prácticas a las 4.00 de la madrugada, donde nada cerca de 17 kilómetros diarios de lunes a sábado.
Sus aspiraciones para Londres 2012 son obtener un nuevo récord sudamericano para clasificar por primera vez a una final olímpica de natación.