El Mundial de Rugby es una competición joven, comparada con los grandes eventos deportivos. La de este año es la octava edición de un encuentro que se celebra cada cuatro años, pero cuyo éxito crece exponencialmente cita a cita.

Según los organizadores oficiales del torneo, la Copa del Mundo de Rugby 2015 ya batió récord, incluso antes de su inauguración el pasado 18 de septiembre. Previamente se habían vendido vendido 2,25 millones de tickets; el 95% del total de boletos, superando la meta anterior del año 2007.

Pero los asistentes en el estadio son sólo una parte de los que disfrutan de este torneo que termina el 31 de octubre.

En total, se calcula que cada try, pase o lanzamiento será visto por 772 millones de hogares, un 15% más que en la cita pasada de 2011. En aquel año se emitieron 15.000 horas; cobertura que ascenderá en 2015 a 23.000 horas, convirtiéndose en la Copa del Mundo de Rugby más vista hasta el momento.

"Con el rugby alcanzando e inspirando a nuevas audiencias a través de la Copa del Mundo más accesible de la historia, estamos encantados de ver a tanta gente sintonizando lo que promete convertirse en un torneo muy especial y que va a batir récord", señaló el presidente del Mundial de Rugby, Bernard Lapasset.

De hecho, hasta la fecha, la audiencia media de toda la cobertura ha alcanzado los 7.8 millones de telespectadores, lo que significa un 43% de share. La ceremonia de inauguración y el primer partido entre Inglaterra y Fiji que siguió a la ceremonia alcanzó el peak de 9,4 millones de personas viendo el evento en el Reino Unido.

La Copa de Mundo también se está anotando éxitos en las redes sociales. El #RWC2015 fue tendencia durante todo el fin de semana en Twitter. En Facebook, por su parte, logró 15 millones de comentarios en Facebook; mientras que fueron 300.000 las apariciones en Instagram.

Pero la Copa del Mundo de Rugby podría batir otra marca, al convertirse en la edición más lucrativa de la historia del torneo.

El periodista deportivo, Gastón Fauré, avanza que los ingresos podrían superar en 28 veces la inversión inicial que ha tenido que hacer Inglaterra para prepararse para el torneo.

Las seis selecciones mencionadas por Fauré son las candidatas para alzarse con la copa Webb Ellis, pero a nivel personal la lucha entre el sudafricano Bryan Habana y el neozelandés Julian Savea acapara todos los focos.

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