El coronavirus sigue afectando al deporte. Y el judo no es la excepción. Es así como la Federación Internacional decidió suspender el Open de Santiago que se iba a disputar entre el 14 y 15 de marzo en el Polideportivo del Estadio Nacional.
"A la luz de los nuevos desarrollos continuos en la crisis de COVID-19 y el deterioro de la situación en muchos países, viajar se ha vuelto cada vez más riesgoso, y por lo tanto se ha convertido en una reunión pública. Estamos en una posición desafortunada donde debemos tomar una decisión drástica para proteger a la familia del judo y también para cumplir con las medidas generales de seguridad en todo el mundo", señala el organismo en un comunicado.
Agrega que "el Comité Ejecutivo de la FIJ ha tomado la decisión de emergencia de cancelar con efecto inmediato todos los eventos de clasificación olímpica en el calendario de la FIJ hasta el 30 de abril de 2020. Esto incluye el Grand Slam de Ekaterinburg en Rusia y el Gran Premio en Tbilisi (GEO) y Antalya (TUR) y los eventos continentales".
Dentro de estos eventos continentales estaba el Open de Santiago, competencia que se iba a disputar luego de la fecha del Open de Bariloche y previo al de Perú.
Ya habían confirmados 130 deportistas de todo el mundo para decir presente, e incluso ya habían delegaciones internacionales en el país.
"Hemos informado a todas las delegaciones extranjeras para que puedan cancelar sus viajes, y ser lo menos posible afectadas por esta decisión", sostuvo Carolina Garrido, presidenta de la Federación de Judo de Chile.
La timonel nacional agregó que "lamentamos mucho la situación, que escapa totalmente de nuestra voluntad, pero la FIJ debe velar sobre la salud de los deportistas, árbitros y staff, así como la equidad deportiva para todos los deportistas (el Grand Prix de Marruecos fue cancelado la semana pasada y el Grand Slam de Rusia fue suspendido hoy).
Esto afectó también a la destacada judoka chilena Mary dee Vargas, quien justamente iba a participar en la cita en Rusia.