La rusa Yelena Isinbayeva, la reina del salto con garrocha con 28 récords mundiales, deja la actividad —al menos eso ha dicho— con un oro en su última participación.

Este martes fue especial para los rusos, porque su máxima representante del salto con garrocha decía adiós. En su habitual estilo, la atractiva competidora señaló que pensaba en darse un respiro en la competencia porque espera formar familia.

Isinbayeva, de 31 años, dio un revés al anuncio definitivo —retiro absoluto— después de proclamarse campeona nacional por última vez en el estadio olímpico Luzhnikí con un salto de 4,75 metros.

"No pienso sobre el final de mi carrera porque soy géminis. Los géminis cambian de opinión muy fácilmente", señaló previo a competir.

En esta oportunidad, en su participación en el mismo recinto, comenzó con problemas. En su primer salto no pudo superar los 4,65 metros de altura instalando la incertidumbre, pero en su segundo intento logró superar la valla.

De ahí en más, la rusa sumó confianza hasta que quedaron cuatro competidoras en 4,82 metros. La favorita cayó en el primer salto pero en el segundo demostró su oficio. En tanto la alemana Silke Spiegelburg se quedó en el camino, situación que le permitió inmediatamente a la rusa instalarse entre las tres mejores.

En la definición quedaron las tres candidatas: Isinbayeva, la estadounidense Jennifer Suhr —campeona olímpica— y la cubana Yarisley Silva.

La rusa comenzó la serie y no defraudó superando los 4,89 metros., mientras la norteamericana falló en sus tres intentos al igual que la cubana.

De esta forma, la plusmarquista mundial  se despide con el récord al aire libre de 5,06 metros, siendo doble campeona olímpica y con el privilegio de haberse el bronce en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.