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Las apuestas de Sampaoli deberán seguir afirmándose

Tras un arranque irregular en todas las líneas, el cuadro nacional fue subiéndose su nivel hasta el encuentro. En un Mundial las lagunas son imperdonables.

Fernando Jimenez

Viernes 30 de mayo de 2014

Jorge Sampaoli, por fin, podría probar en el terreno de juego el fruto del trabajo de las últimas semanas en Juan Pinto Durán. Y sorprendió.

Durante la previa se anticipaba que sería Francisco Silva el líbero de una improvisada línea de tres, la cual incluía también a Gary Medel y a Miiko Albornoz; sin embargo, a última hora fue Gonzalo Jara quien ejerció como último hombre ante Egipto.

Pero fueron 20 minutos de terror. Los vistantes se las ingenieron para incomodar en todos sus avances con pelotazos que parecían cuchillazos y que evidenciaban la falta de compenetración entre los zagueros y los problemas de coordinación con los laterales y volantes.

GONZALO JARA: El ex Colo Colo fue el elegido para comandar a la defensa desde la última línea pero comenzó con recurrentes dolores de cabeza. Si alguna vez en esa misma posición fue capaz de anular a Luis Suárez en Santiago, esta vez la ausencia de referente ofensivo egipcio marcado lo hizo sufrir más aún con los desacoples defensivos con Medel y Albornoz. Si bien en el primer gol no tuvo culpa alguna, en la segunda diana cometió un grave error al salir sin compás dejando a Medel e Isla en funciones diferentes. Imperdonable para un líbero. Ya en la segunda etapa, al igual que toda la defensa, "sintió" el partido, subió su nivel y dio seguridad.

MIIKO ALBORNOZ: El chileno-sueco estuvo correcto en casi todo el encuentro, menos en un grosero error que casi termina con el 1-3 para Egipto. En su segundo encuentro con La Roja se mostró seguro en la marca, en la salida, mano a mano y descuelgue. No tuvo culpa alguna en los dos tantos visitantes y se dio maña de crear peligro en un interesante descuelgue en la primera etapa. Ya en la segunda etapa, por un rato, tuvo compañía de Mena y Beausejour y dio siempre firmeza.

FELIPE GUTIÉRREZ: El volante del Twente era el encargado de acompañar a Díaz en el medio para asegurar el buen traslado de balón, pero fue un espectador en el arranque. Los dos goles de Egipto desarmaron el planteo inicial de La Roja dejando expuestas todo tipo de falencias. Ya en la segunda etapa, con la salida del jugador del Basilea, debió asumir el rol de primer volante marcando la "resurrección" y los mejores pasajes del equipo. Ya sobre el final debió utilizar su tercera posición del encuentro tras la entrada de Carlos Carmona. Recibe un respaldo que confirma que Sampaoli lo tiene de fijo para el debut ante Australia frente a la lesión de Vidal.

CHARLES ARÁNGUIZ: El ex U. de Chile era el encargado de "hacer" de Vidal en la formación inicial. Pero no anduvo. El del Inter de Porto Alegre le costó tomar la manija especialmente en un arranque marcado por los errores defensivos que derivaron en goles egipcios. De hecho, Aránguiz fue participe en la apertura de la cuenta al no recibir un pase de Medel que terminó por dejar en soledad a Salah. Culpas compartidas. Sobre el final de la primera etapa, comenzó a subir su nivel pero debió retroceder en el segundo lapso ante la opción de los tres delantero. Allí, se fue por delante de Gutiérrez pero no logró tomar la batuta como se le conoce. Se fue reemplazado por Carmona. En deuda.

MAURICIO PINILLA: El ariete del Cagliari ingresó cuando el encuentro estaba 1-2 confirmando que a la hora de escoger un centrodelantero Sampaoli opta por su opción antes que Esteban Paredes. Y no se vio mal. En su reestreno con La Roja en el Nacional el delantero se fue al corazón del área abriendo a Alexis Sánchez y Eduardo Vargas. Y fueron los mejores pasajes de la selección. Si bien no descolló con aventuras personales su presencia en el área "liberó" a los dos punteros nacionales en jugadas que terminaron con la misma fórmula: asistencia de Alexis y definición de Vargas. Quizás, un gol en el próximo encuentro puede darle lo que necesita cualquier "9": confianza.