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Julio Chiappetta, editor jefe del diario argentino, pide a los jugadores argentinos que imiten al "Pitbull" chileno y "dejen todo: el alma, el corazón, las piernas. Todo".

24Horas.cl TVN

Miércoles 2 de julio de 2014

Los ecos por la dolorosa eliminación de Chile en el Mundial a manos del anfitrión, Brasil, no se apagan en el mundo.

Las imágenes de lucha, entrega y sacrificio más allá del dolor dejaron huella y son múltiples los cronistas en todos los rincones del planeta que exigen a sus selecciones que se entreguen a fondo en la cancha, siguiendo la impronta dejada por la Roja de Jorge Sampaoli.

Uno de los últimos en alabar las condiciones mostradas por los chilenos fue Julio Chiappetta, editor jefe del diario argentino Clarín, quien asegura en una columna de opinión que se ha viralizado en la red, que Argentina debe jugar como Chile si quiere alcanzar la gloria final.

En un artículo titulado "Quiero once Medel para Argentina", el periodista se hace eco de la preocupación que existe en el país transandino por el pobre desempeño de la albiceleste, que está desplegando un juego poco vistoso y sacando adelante sus compromisos gracias a chispazos de genialidad de su gran estrella, Lionel Messi, o, como en el caso del partido de octavos de final ante Suiza, de Ángel di María a solo tres minutos de la tanda de penales.

Chiappetta destaca que "todo fue conmovedor en él. Desde su entrega hasta su llanto", subrayando cómo "dejó todo en la cancha batallando desde su metro y setenta y un centímetros contra los gigantes brasileños".

 

En su opinión, los jugadores argentinos deben aprender del "Pitbull" chileno, animándolos a "que dejen todo: el alma, el corazón, las piernas" y a "que dejen la camiseta con un río de transpiración al final de estas finales".

A continuación, puedes leer la columna completa de Julio Chiappetta en Clarín:

"Todo fue conmovedor en él. Desde su entrega hasta su llanto. Gary Alexis Medel Soto emocionó en el partido entre Chile y Brasil, en el que los pentacampeones rozaron otro papelón, esta vez envuelto en el nombre de Mineirazo. El ahora defensor, que en Boca jugó como mediocampista, dejó todo en la cancha batallando desde su metro y setenta y un centímetros contra los gigantes brasileños. Fue impresionante la foto en la que muestra su pierna sostenida por por cintas azules para que el dolor provocado por el desgarro en su muslo izquierdo resultare menos traumático. Y fueron más impactantes sus declaraciones: "Nunca en mi vida jugué con tanto dolor. Dije que no iba a llorar, pero pensé en toda la gente que sufrió por Chile por terremotos, incendios, el sur que se inundó todo. Me acordé de mi familia, de mi gente, y por eso lloré... Fueron lágrimas de tristeza, pero también de emoción por un equipo que se entregó por completo. En un momento despejé una pelota con la pierna izquierda y el desgarro se agravó. Seguí, pero llegó un momento en que no pude más".

Así, como lo hizo Medel, se juega un Mundial. Y yo quiero once Medel en la Selección argentina. Que dejen todo: el alma, el corazón, las piernas. Todo. Pero también que usen la cabeza para no cometer esos errores infantiles que en la fase de grupos costaron goles. Y para jugar con la altura que merece un fútbol argentino que tiene lujo afuera y miserias adentro (desorganización en sus torneos, barras que son dueños de los clubes, caos económico-financiero en la mayoría de las instituciones).

Por eso, que Medel se haya expuesto como lo hizo, jugando con el espíritu amateur del que da la vida (en sentido figurado) por su camiseta es un ejemplo para no dejar de lado. Que lo vean todos. Que se copien de él. Que valoren el esfuerzo. Principalmente de ellos mismos (los jugadores). Pero también de un país que necesita que el fútbol le regale aunque sea una sonrisa. Y que representen a esos hinchas genuinos que acompañaron en caravana por todos las ciudades donde hasga ahora jugó la albiceleste en Brasil.

Que jueguen como Messi es mucho pedir. Además, Lio hay uno solo. Pero que dejen la camiseta con un río de transpiración al final de estas finales, como lo hicieron Mascherano o Marcos Rojo, es lo mínimo.

Faltan nada más que tres peldaños. La suerte no siempre viene si no es acompañada. No es mucho pedir..."

Fotos: Agencia Uno