“Zhirkoooooov!”. Eso fue lo que gritaron todos los comentaristas de fútbol en una noche de octubre de 2010. Un gol increíble contra el Spartak de Moscú, el equipo que lo rechazó en 2003. Ese fue su primer y único gol con la camiseta del Chelsea. Lo curioso es cómo los comentaristas pudieron pronunciar su apellido de forma correcta, teniendo en cuenta como le suena a la gente de habla inglesa. Zhirkov esperó un año para anotar su primer gol para el club londinense. Fue como si estuviera esperando a hacerlo contra un equipo ruso, y, encima, ante un rival que tiene un significado tan especial para él. En su día, el antiguo seleccionador de Rusia, Guus Hiddink, definió a Roman Pavlyuchenko, ex delantero del Tottenham, como el “gigante dormido”. Tradicionalmente, Rusia ha dado a luz a esa clase de monstruos de forma constante, produciéndolos en los laboratorios secretos desde Siberia a Tambov. Es en Tambov donde nació el ‘gigante’ Zhirkov, pocas veces despertado (especialmente después de su traslado a Inglaterra) y que sólo mostró su verdadera habilidad en Rusia.
Yuri Zhirkov se crió en una pequeña ciudad en el seno de una familia que pasaba hambre. Jugó al fútbol no sólo por su propio placer, sino por intentar no volver a casa. Jugó por comida en los torneos juveniles, impidiendo que sus padres y hermanos pequeños muriesen de inanición. Mientras militaba en el Spartak de Tombov, Yuri atrajo la atención de varios clubes de elite de Rusia. Pero uno de los gurús del futbol ruso, Oleg Romantsev, vetó la transferencia de Zhirkov al Spartak de Moscú. A Romantsev no le gustaba porque estaba demasiado delgado y débil. El mismo que jugaría en la liga más exigente físicamente del mundo seis años después…
Finalmente, Yuri fue fichado por el CSKA de Moscú, club en el que se transformó rápidamente en una estrella, hecho que provocó que los seguidores del Spartak se tirasen de los pelos. Imagínense a los aficionados del Liverpool al descubrir que su consejo de administración había rechazado la compra de Rooney cuando era un adolescente; o si el Real Madrid no hubiera visto nada especial en Messi; o si el Tottenham hubiera obviado el potencial deHenry. No es la mejor sensación del mundo, ¿no?
Zhirkov demostró habilidades fenomenales sobre el césped: cruces, pases súper precisos, un trabajo defensivo sólido… Lo tenía todo. Desde muy joven, se veía claro que estaba destinado a irse a un club extranjero. Especialmente, después de sus actuaciones magistrales como el gol de la victoria en la final de la UEFA en 2005 y sus brillantes actuaciones en la Liga de Campeones y la Eurocopa de 2008.
El Chelsea consiguió ficharle, aunque Yuri tuvo una gran oferta del Bayern de Múnich que estuvo cerca de aceptar. Sin embargo, dos hombres de negocios rusos, Evgenyi Giner y Roman Abramovich, apostaron por él y le enviaron a Londres. Zhirkov ha sido siempre un gran trabajador. Su rasgo distintivo ha sido el de trabajar no sólo para él, sino también para el equipo. Parecía que su currículum era perfecto para Inglaterra: un joven adicto al trabajo con una espectacular experiencia europea y una técnica más propia de un brasileño. El mejor jugador de fútbol sudamericano en la historia del fútbol ruso, el ex delantero del CSKA Wagner Love, lo describió así: “Tengo serias dudas sobre si Zhirkov nació verdaderamente en Rusia, prefiero pensar que pasó toda su infancia en las playas de Copacabana. Sólo así se explica lo que puede hacer con la pelota.”
André Villas-Boas, siendo entrenador del Chelsea, decía cosas muy similares cuando Zhirkov fue vendido por su club. Sin embargo, esta vez Yuri decidió su propio futuro. Ya era hora de regresar a Rusia. Yuri tuvo sus momentos de gloria en Inglaterra. Destellos de grandeza, partidos que podrá mostrar con orgullo a sus nietos. Pero el jugador tímido de Tombov no estaba preparado para competir por un puesto en el equipo, para una atención excesiva y la presión de todos, desde los aficionados a los periodistas.
Yuri no se fue a otro club europeo grande para demostrar su valía, sino que simplemente tomó la ruta más fácil posible: ir al muy ‘ambicioso’ el Anzhi Makhachkala, deDaguestán, donde el dinero para los jugadores parecía gotear de cada arroyo de la montaña. El hecho de escoger al equipo más impopular entre los aficionados del fútbol ruso provocó que fuera abucheado en sus partidos con el equipo nacional. Sin embargo, esta situación se olvidó rápidamente, a pesar de que algunos aficionados aún lo llaman ‘Magomed’, un nombre típico de Daguestán.
Hoy en día, Zhirkov tiene otro contrato opulento, esta vez con el Dynamo de Moscú, el nuevo equipo rico de la capital rusa. En su tierra natal, Yuri es feliz de nuevo con su esposa, una ex reina de la belleza, cuya entrevista en la televisión escandalizó a toda persona cuyo coeficiente intelectual sea superior a 10. Recientemente, Zhirkov tuvo un par de partidos decentes después de que su equipo cambiase a su entrenador. Yuri irá a la Copa del Mundo de Brasil, teniendo en cuenta lo agradecido que Fabio Capello es con los jugadores polivalentes ya que todavía es capaz de jugar en cuatro posiciones: defensa izquierdo, mediocentro izquierdo, mediocentro defensivo y central atacante.
Para Zhirkov, que colecciona objetos de la Segunda Guerra Mundial, el Mundial de Brasil será su último combate. Ya en los 30, su única oportunidad de visitar la Eurocopa de 2016 será en calidad de turista. Pero por ahora tiene que ser un verdadero soldado. Ha demostrado, como poco, que puede luchar por su país.
Por Anton Matveev, Sport Express
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