"Estoy bastante segura de que hay un lobo merodeando por mi hall en Sochi", aseguraba Kate Hansen, deportista del equipo olímpico de Estados Unidos, tras subir a YouTube el siguiente video.
Todavía no se ha aclarado si efectivamente se trataba de un lobo, o sólo un perro callejero, que abundan en la ciudad, con aspecto de lobo que se coló en el hotel de esta deportista.
Sin duda una sorprendente anécdota que se une a los múltiples problemas que deportistas y prensa internacional han denunciado en redes sociales desde que comenzaron los Juegos Olímpicos de invierno.
Las historias de problemas con los hoteles se multiplican en Twitter, así como las fotos de fallas y de extrañas construcciones. Las quejas más habituales son por falta, cortes o calidad del agua, caída de lámparas, cortinas o picaportes y, lo más curioso, la espera para que terminen de construir la habitación para entregarla.
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Un periodista llegó a quejarse de no poder ingresar en su habitación, porque esperaba para que acabaran de construir el baño en ella.
Historias de los baños en Sochi.
