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Remdesivir: Las disputas por el remedio contra el coronavirus

Los gobiernos querían cooperar en materia de fármacos y vacunas, pero la disputa por el posible medicamento contra el COVID-19, Remdesivir, ya empezó. Mientras, el fabricante Gilead se frota las manos.

Deutsche Welle

Jueves 2 de julio de 2020

El medicamento más caro del mundo también está disponible en Alemania desde este 1 de julio, su nombre es Zolgensma y es un remedio usado para tratar enfermedades musculares raras en niños pequeños. El costo del tratamiento es de 1,9 millones de euros.

Pero, ¿qué tiene que ver el producto de la farmacéutica suiza Novartis con el posible fármaco contra el coronavirus Remdesivir de la estadounidense Gilead? Al menos en lo que respecta a la argumentación del precio, ambos usan el mismo patrón.

Por ejemplo, Novartis estima que un tratamiento alternativo sin su medicamento costaría entre 2,5 y 4 millones de euros. Aunque ese costo es de otro nivel frente al Remdesivir, el argumento sigue siendo el ahorro que ha logrado el medicamento.

En una carta abierta, el jefe de Gilead, Daniel O'Day, estima el ahorro de US$12 mil dólares por cada paciente de COVID-19. El precio ahora negociado con el Gobierno de Estados Unidos de 390 dólares por una dosis de Remdesivir y 2.340 dólares por el tratamiento completo con seis unidades, es significativamente más bajo, según O'Day.

¿Un precio justo?

Un estudio de investigadores británicos citado por el medio alemán "Der Spiegel" demostró que el precio por dosis de Remdesivir debería ser de unos ocho euros. Se sabe que los costos de venta son considerablemente más altos que los costos de producción, porque las empresas invierten grandes sumas de dinero en el desarrollo de un medicamento.

En el caso del Remdesivir, Gilead informó de un costo total de alrededor de US$1.000 millones de dólares. Una suma que corresponde aproximadamente a la menor contribución que hace la vfa para el desarrollo de un nuevo producto. La farmacéutica estadounidense explicó a que las empresas normalmente esperaban invertir entre 1 y 1.6 billones de dólares.

Para el médico y farmacéutico Wolfgang Becker-Brüser estos precios son "de fantasía" y sospecha una clara estrategia detrás de ello, "si se calculan de esta manera altos costos para desarrollar el medicamento, entonces se pueden cobrar precios más altos", expresó el director de la revista alemana Medicinal Telegramm.

 

El dilema de la disputa

Hasta la fecha, Remdesivir no ha sido aprobado en ningún país del mundo y la efectividad en el curso de COVID-19 aún no se ha investigado lo suficiente. No obstante, junto con la dexametasona, el medicamento sigue siendo el tratamiento más prometedor para un curso más corto de la infección por el SARS-CoV-2. Esta es probablemente una de las razones por las que los países industrializados están mostrando un comportamiento similar. Algo que se veía venir, según Alexander Nuyken de EY: "Esto hace que sea aún más importante que busquemos soluciones conjuntas en alianzas internacionales".

Algo que también se está intentando hacer en varios foros internacionales. Especialmente en lo que respecta a la distribución de una vacuna, se está formando una alianza en torno a la Organización Mundial de la Salud (OMS), especialmente en Europa.

El problema es el mismo que con el tema del clima: si EE.UU. con su poder en el mercado no es parte del juego, el impacto seguirá siendo limitado. Esto puede verse ahora en el ejemplo de Remdesivir. Becker-Brüser cree que las diferencias entre los países industrializados también ayudan a mejorar la posición negociadora de la industria farmacéutica. "Por supuesto que las compañías están en una posición en la que pueden decir que pueden subir el precio", subraya.

Queda por ver cuánto está explotando Gilead esta posición. La UE está negociando actualmente con la compañía estadounidense para asegurar el suministro de Remdesivir a los 27 países de la UE.